La Parroquia de la Ascensión del
Señor del arciprestazgo de San Roque en la Vicaría VIª de Madrid ha tenido la
primera Vigilia de Oración por las Vocaciones de este curso pastoral 2015-2016.
El 5 de noviembre nos hemos dado cita para seguir pidiendo al Señor por las
vocaciones.
En la Eucaristía presidida por Juan
Briones, coordinador de vocaciones de la Vicaría, él nos ha recordado que ya
vamos por el tercer año y que seguimos rotando por todas las parroquias y
arciprestazgos de nuestra Vicaría. Nos recordó que la vocación inicia con la
llamada a vivir y que se continúa en
cada uno de manera más específica. Nuestra vida está en ir descubriendo lo que
él Señor nos pide y respondiéndole a él a la vocación específica que nos dirige
de manera personal. Nosotros rezamos para que se dé esa respuesta.
Francisco Pérez Sánchez, párroco de
la Parroquia Ascensión del Señor, se ha preocupado de que todo esté muy bien
preparado: cantos, testimonios, liturgia y además acogida de cristianos venidos
de otras parroquias: Nuestra Señora de la Purificación, La Epifanía de Nuestra
Señora, San Sebastián Mártir, Nuestra Señora de África etc.
Fernando Velasco, párroco de la
Purificación de Nuestra Señora, nos ha entregado su testimonio como él mismo definía
su vocación: de manera muy sencilla. Él agradecía la invitación ya que antes
que nada se trataba, para él mismo, de recorrer la presencia del Señor en su
vida y la llamada recibida. Reconocía que su llamada era muy sencilla y que Dios
le ha ido preparando todo por detrás sin que él apenas se diese cuenta.
Él
ciertamente ha sido consciente pero que el Señor se lo había puesto como muy
fácil. Nacido en una familia cristiana ha ido descubriendo la llamada poniendo
de su parte mucha docilidad a lo que él Señor le ha ido presentando y
haciendo mención a un anécdota y especie de parábola en el que resurgía la
frase “ya que estamos…” él podía reconocer que las etapas de respuesta a su
vocación se han ido dando paulatinamente y en docilidad aceptada. Lo mismo en
las dificultades que ha ido viviendo y reconociendo que la gracia del Señor le
ha estado muy cercana así como su esfuerzo personal en docilidad hacia él.
Por su parte Josefa Cortés, hija de
la Caridad de San Vicente de Paúl y Sta. Luisa Marillac, originaria de
Carabanchel y de la misma parroquia a la que ha vuelto después de 35 años, nos
ha contado su testimonio. Nacida también en el seno de una familia cristiana
recorrió brevemente su infancia hasta que hace 35 años sintió aquella llamada
en el mes de mayo, cuando ella contaba con 21 años y que la conduciría al
postulantado de Sevilla el 29 de octubre de ese mismo año. Ella contó como una noche antes
de echarse a dormir le surgió esa pregunta si no debería hacerse monja, se
quedó dormida y al día siguiente la cosa persistía. No sabía como pero ella
sentía que debía partir. Muchas han sido las oposiciones y pocas sus respuestas
a lo que ella no sabía cómo ni con quién, pero ese sentimiento de que tenía que
irse no la dejaba por nada. Se dirigió a las Hijas de la Caridad que conocía y
le dieron una respuesta positiva. Más aún, con un novio que no tenía razones
para dejar, ella sentía más fuerte que ella misma ese sentimiento que no pudo
describir mejor sino hasta el día que se entró en el postulantado de Sevilla.
Sus familiares, cuando fueron a visitarla y la descubrieron feliz y con paz, terminaron
por cerciorarse de que ese era su camino
y llamada.
El Señor sigue llamando, también
ahora, es importante que haya una libertad interior para atreverse a decir el
sí al Señor, una llamada de amor que nace del Amor. Una respuesta que se
concreta viviendo ese mismo amor. Y por ello decimos Padre escúchanos y envía más
operarios a tu mies. Pedimos por todas las vocaciones: al sacerdocio, a
la vida consagrada en cualquiera de sus carismas, a la vida misionera ad
gentes y al matrimonio.
Rolando Ruiz Durán sx
0 comentarios :
Publicar un comentario