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Santos Ángeles Custodios
Día internacional de la No-violencia
Aniversario de la canonización de siete Franciscanas Misioneras de María, mártires en China
Aniversario de la muerte de Claudio Poullart de Places fundador de los Misioneros Espiritanos
Oración
Dios,
Padre de infinita bondad,
te
alabamos por haber dado a tu Iglesia
por
medio de Claudio Poullart des Places.
Que
el testimonio de una vida santa que él nos ha dejado,
en
particular por su amor por los pobres,
sea
luz para nuestras vidas, y nos conduzca a vivir
nuestra
misión con la audacia del amor
derramado
en nuestros corazones por el Espíritu Santo.
Señor,
te pedimos su beatificación,
así
como la gracia particular que hoy,
por
su intercesión, te pedimos.
Por
Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
“No
quiero nada más que a Dios solo ¡Ánimo, alma mía! Promete a tu Dios que harás
penitencia de tus pecados y demuéstrale, con el cuidado que vas a tener que
evitar, el horror que sientes.
Que nada en el mundo pueda alejarme de la virtud.
Perdamos respeto humano, complacencia, debilidad, amor propio, vanidad,
perdamos todo cuando podamos tener por malo y guardemos solo lo que puede ser
bueno. Que digan lo que quieran, que me aprueben, que se burlen, que me traten
de visionario, de hipócrita o de hombre de bien, en adelante todo me debe ser
indiferente. Busco a Dios. Me ha dado la vida para servirlo fielmente. Pronto
iré a darle cuenta del tiempo que me ha tenido aquí para realizar mi salvación.
El mundo no me recompensará por agarrarme a él.
Sólo dificultades encontraría si tuviese que buscar en él a un amigo que me
amase desinteresadamente. Sólo Dios me ama sinceramente y me quiere bien. Si le
disgusto, seré el hombre más miserable del mundo. Tendré todo ganado si vivo en
Gracia. Todo está perdido si la pierdo.
Dame, Señor, la
perseverancia. Consérvame, Señor, tan santas resoluciones y, si te place, dame la Gracia de la perseverancia
final”.
EVANGELIO DE LA MEMORIA (Mateo 18,1-5.10)
En aquel tiempo los
discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: “¿Quién es el más grande en
el reino de Dios?” Él llamó a un niño, lo colocó en medio de ellos y dijo: “Os
aseguro que si no os convertís y os hacéis como los niños, no entraréis en el
reino de Dios. Quien se humille como este niño, es el más grande en el reino de
Dios. Y el que acoja a uno de estos niños en atención a mí, a mí me acoge. Cuidado
con despreciar a uno de estos pequeños. Pues os digo que sus ángeles en el
cielo contemplan continuamente el rostro de mi Padre del cielo.”
TESTIMONIO MISIONERO
TESTIMONIO MISIONERO
De nacionalidad
argentina, pintor y escultor de profesión, casado y con tres hijos, católico
activo, Adolfo Pérez Esquivel es un militante de la no-violencia. Su actitud le
valió la cárcel, y también el Premio Nobel de la paz en 1980. Esta experiencia
aquí descrita data de abril de 1977.
“He vivido la cárcel de diversas formas. Lo digo
siempre, por mi parte, es importante mantener la serenidad interior suficiente,
en la oración, para escuchar “el silencio de Dios”, para escuchar lo que Él
quiere decirnos en nuestra vida personal y a través de los signos de los
tiempos, para descubrir cómo los vivimos.
Para mí, ciertos hechos han tenido una
significación especial. Fui arrestado el primer día de la Semana Santa , el 4 de
abril. También era el aniversario de la muerte de Martin Luther King.
Ciertamente viví esta Semana Santa de una forma muy especial.
Durante los dos primeros días del “tubo”,
permanecí en la oscuridad más completa. El tercer día, cuando los vigilantes
abrieron la puerta, entró la luz y pude leer en las paredes innumerables
inscripciones, nombres de seres queridos, oraciones, insultos. En lo que estaba
escrito en las paredes, en medio de las oraciones, se podía leer: “En el
atardecer de tu vida, serás juzgado sobre el amor”; y también: “Virgen Santa,
somos inocentes”; o todavía: “Padre, perdónales porque no saben lo que hacen”.
Pero que más me impresionó fue una enorme mancha con
una inscripción escrita debajo con el dedo mojado con sangre. Leí: “Dios no
mata”. Esta inscripción se quedó grabada en mí. Permanecerá toda la vida. Estas
cosas que dejan huella... Esto ocurría en medio de las torturas.”
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