15/10/12

¿Quieres ser mis brazos?...

Un joven orando dentro de la Ermita de San Roque (Tienda del Encuentro organizada por la Delegación de Misiones de Tenerife) durante la apertura del año de la Fe en Garachico, Tenerife.


Qué felicidad es decir juntos nuestra fe
La Diócesis de Tenerife o conocida también como Diócesis de San Cristóbal de la Laguna o Nivariense, ha celebrado en Garachico, el 12 de octubre, la apertura del año de la fe. Para ello se ha escogido un lema Por la Fe… Discípulos y misioneros. Ha sido una gozada el poder vivir este acontecimiento junto a tantos otros cristianos a través de un paseo por Garachico con varias propuestas de Fe: Melodías de Fe, Testigos de la Fe, Sacramentos de la Fe, Fe en la calle, El corazón de la Fe, iconos de Fe, respuestas de Fe, locuras de Fe, la historia de nuestra Fe, el anuncio de la Fe, también un espacio para una ludoteca infantil, y evidentemente las confesiones y en la Plaza de Garachico una Eucaristía muy participada y presidida por el Obispo Don Bernardo Álvarez y concelebrada con un gran número de Sacerdotes venidos de las cuatro islas: Tenerife, La Palma, La Gomera y Hierro.
La gente se sorprendía al ver el Cristo sin brazos y cuándo leía ¿quieres ser mis brazos? decía, ahora entiendo.
El anuncio de la Fe
Ha sido algo bonito e interesante. La Delegación de Misiones de Tenerife estuvo también presente. La fe se transmite a través del anuncio de los misioneros canarios de esta diócesis que se encuentran en cuatro continentes. El equipo de la Delegación ha trabajado con un buen espíritu, además es muy majo y comprometido. Su sede estuvo en la Ermita de San Roque, justo al inicio, ahí dónde los autobuses, llamadas Guagas, se quedaban. La exposición tenía varias ofertas, llamaba especialmente la atención un Cristo sin brazos que invitaba a los que se acercaban con una frase ¿quieres ser mi brazos? Junto a él, el mundo y más precisamente los lugares en dónde se encuentran misionando los misioneros de la Diócesis. Todo compaginaba con el lema Misioneros de la Fe e invitaba a vivir en estrecha colaboración con los misioneros de mil maneras posibles. La fe crece al compartirla, escribía el beato Juan Pablo II en la Redemptoris Missio. Y así todos estamos llamados a compartir.
 El reto de la Fe, este juego consistía en responder preguntas y pasar por algunos momentos de reflexión antes de poder llevar la fe a alguno de los continentes. Una parábola que los misioneros hacen vida.




Detalle de la Ermita el día de la apertura, en primer plano el lema: Por la Fe... Discípulos y Misioneros, en el fondo, en la entrada de la Ermita se ve a Antxon Serrano Insausti sx durante su testimonio misionero.
Creatividad e imaginación
El itinerario continuaba con algunas frases que invitaban a vivir la dimensión misionera: el sentido de las Obras Misionales Pontificas y la implicación de cada cristiano en la tarea misionera a través de la colaboración espiritual, personal o material. Dos testimonios de misioneros han hecho también posible acercarse más a la realidad misionera y un Rosario Misionero gigante invitaba a la oración por los cinco continentes. También hubo juegos. Uno de ellos, el reto de la fe, consistía en ver quien llevaba la fe más prontamente a uno de los cinco continentes. Con la ayuda de un dado se avanzaba, además había cuadros, que proponían preguntas o momentos de reflexión, las primeras para profundizar más en la misión y las misiones y la reflexión, para ver las dificultades o frenos que a veces se viven al misionar.

La tienda del encuentro, juntos hemos orado e invitado a orar con la Palabra de Dios y el deseo de ser discípulos y misioneros.


La tienda del encuentro
Hubo momentos de oración tanto personales como comunitarios. Para esto la Ermita de San Roque fue un lugar propicio, decorada como una tienda del encuentro, los listones con los colores de Asía, África, América, Europa y Oceanía descendían y envolvían ese encuentro con el Señor que nos envía a la misión. Palabra de Dios, cantos y unas pequeñas barcas nos recordaron la importancia de la oración y nos permitieron revivir el ardor de la misión que nace del encuentro con Jesús y del deseo de darlo a conocer más allá de nuestras fronteras.
Rolando Ruiz Durán sx


Procesión de sacerdotes de la Iglesia de Santa Ana hacia la plaza de Garachico.

Multitud de cristianos durante la Eucaristía de apertura del Año de la Fe en la plaza de Garachico, Diócesis de Tenerife.


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