26/1/13

"no hay justicia sin igualdad", mi vida al servicio de la misión

La hermana Pilar Serrano Sánchez mfm durante su testimonio misionero, junto a Julio Lozano, vicario episcopal de la Vicaría VI ( Madrid suroeste) y Jesús Vidal, conciliario de Manos Unidas.
 
Lanzamiento de Manos Unidas en la Vicaría VI, Madrid-Suroeste.
Como todos los años nos hemos congregado en los salones de la Vicaría VI para lanzar la LIV Camapaña de Manos Unidas: "No hay justicia  sin igualdad". Este año la campaña está marcada por el 3º objetivo del milenio que tiene el deseo profundo el terminar con las injusticias que sufren las mujeres.  Desde nuestra fe y acción podemos lograrlo.
 
Manos Unidas promueve la igualdad de oportunidades y de trato entre los hombres y las mujeres, porque en los países pobres la mujer es la más afectada por la enfermedad, el abuso, la falta de educación, la violencia o la invisibilidad en el trabajo.

Africae munus y la mujer.
“Aunque es innegable que se ha progresado en favorecer la promoción y la educación de la mujer en algunos países de África[1], sin embargo, en su conjunto, aún no se ha llegado a valorar y reconocer plenamente su dignidad, sus derechos, así como su aportación esencial a la familia y a la sociedad. La promoción de las jóvenes y las mujeres está menos favorecida que la de los jóvenes y los hombres. Todavía son demasiadas las prácticas humillantes para las mujeres, las vejaciones en nombre de tradiciones ancestrales. Con los Padres sinodales, invito encarecidamente a los discípulos de Cristo a combatir todos los actos de violencia contra las mujeres, a denunciarlos y a condenarlos. En este contexto, sería conveniente que los comportamientos dentro de la Iglesia fueran un modelo para el conjunto de la sociedad”. (Africae munus, 56).

[1] Lo mismo se puede decir de los países de todos los Continentes,  en este documento Africae munus, del Papa Benedicto XVI, que es la Exhortación postsinodal del II Sínodo de África, se refiere como es lógico a África.
 
 
Momento durante el testimonio misionero de Pilar, misionera franciscana de María, en primer plano a la izquierda se ve Maru Pérez, presidenta de Manos Unidas Madrid.

Proyecto financiado por la Vicaría VI.

Este año, por vez primera, la Vicaría tiene un único proyecto para financiar. Se trata de la Construcción de una escuela infantil  en Gumbo-Juba en el Sur Sudán, los niños están todo el día en la calle. El problema concreto es la falta de escolarización de la zona, sobre todo de los niños de edad preescolar.
El Sur Sudán está compuesto en la actualidad por 10 estados, los cuales a su vez tienen gobiernos y asambleas descentralizadas y tiene un total aproximado de 8.260.000 habitantes. Ocho de cada diez habitantes se han visto desplazados como consecuencia del conflicto armado entre 1983 y 2004.
Los beneficiarios de éste proyecto provienen de una de las zonas con las condiciones de vida más duras del planeta. Especialmente crítica es la situación de las mujeres. Durante el conflicto, era una práctica frecuente que muchas de las mujeres fueran violadas y maltradas por soldados de diferentes bandos e incluso en muchos casos eran "vendidas" y utilizadas como esclavas. Culturalemtne las niñas en su mayoría se consideran como activos familaires y fuente de riqueza. De este modo las niñas son educadas para verse asi mismas desde este punto de vista. Tan pronto como una niña llega a la pubertad se le considera lista para contraer matrimonio. De ahí la importancia de comenzar su educación desde muy temprana edad.
Las responsables del proyecto son la Hijas de María Auxiliadora, es decir, las salesianas de Don Bosco, que llegaron en el 2011 al Sur Sudán.
 


La hermana Pilar con dos niños en Togo. "Mi vida al servicio de los demás".

 
Mi vida al servicio de los demás.

Como es costumbre en la Vicaría siempre tenemos un testimonio misionero. En esta ocasión se ha tratado de una mujer y religiosa, ella es Misionera Franciscana de María, Pilar Serrano Sánchez mfm con 36 años de misión en Níger y Togo. Ahora en año sabático en Madrid y que está para volver a su misión. Todos hemos quedado impresionados por la sencillez de sus palabras y la belleza de ver a una mujer que ha entregado tantos años de su vida a África. Además de que siempre ha trabajado en la zona saheliana, díficil por varias razones: las inclemencias del tiempo, la aridez de la tierra, la precariedad con la que vive la gente. Ella con su comunidad, misioneras franciscanas y los franciscanos atienden a cerca de 11,000 personas. Como enfermera se dedica a la salud: la atención de la malnutrición infantil, al cuidado del contagio del VIH Sida de madre a hijo, a los niños contaminados por el VIH, a promover la dignidad de la mujer. Conmovedor ha sido cuando nos ha dicho, casi con lágrimas en los ojos, que no se acostumbraba a ver morir un niño debido al hambre.


En el Sahel Pilar ha vivido 36 años de su vida misionera, entre Níger y Togo.

 
Todos somos misioneros.


Una conclusion muy bonita:"las ayudas llegan, yo no tengo nada más que ofrecer que mi vida, vuestra ayuda es importante para continuar nuestra labor". A ese propóstio se ha señalado que a pesar de la crisis económica real en España, el corazón generoso no ha dejado de ayudar y colaborar con los proyectos de Manos Unidas. Esto también es verdad debido a la fe y al hecho que cada uno de nosotros ponemos nuestro grano te arena en la misión de la Iglesia que es mostrar el bonito rostro de Dios y su cercanía a través de los misioneros y misioneras.
 
Rolando Ruiz Durán sx
 

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