Detrás del sufrimiento hay un proyecto de amor. Unión de Enfermos Misioneros.
Escuela de Pastoral de
la Salud Vicaría VI.
Dentro del marco de la Escuela de Pastoral de la Salud de la
Vicaría VI, que ha tenido lugar los días 18, 19 y 20 de febrero 2013, se ha
reservado una jornada para hablar de la Unión de Enfermos Misioneros. A dicha
formación han participado diferentes agentes de Pastoral de las parroquias de
dicha Vicaría y fue llevada a cabo por Justo Amado, coordinador nacional de UEM
de las OMP, Begoña Zancada, coordinadora diocesana de la UEM
de la Delegación de Misiones de Madrid y Rolando Ruiz Durán sx, coordinador de
misiones de la Vicaría VI.
Unión de enfermos
misioneros.
¿Qué es?
Es una manera de vivir el
apostolado con el deseo profundo de vivir la vocación cristiana.
¿Quién la inspira?
Margarita Godet, laica francesa y enferma. Nació el 23 de abril de 1899 en Mesnard la Barotière, Francia. La
treceava hija de una familia campesina muy cristiana. A la edad de 10 años tuvo
un primer ataque de parálisis.
¿Cómo nace la Unión
Misionera de Enfermos?
En 1922 en una peregrinación a Lourdes, Margarita tuvo una
revelación: “Yo entendí, dice ella, la belleza y la fecundidad del sacrificio”. Se
puso a la escuela de Santa Teresita del Niño Jesús y se decidió a “ayudar
a los sacerdotes, los misioneros y a toda la Iglesia”.
Margarita Godet dedica todo su tiempo, toda su vida, y además encuentra su
vocación. Tiene el valor de vivir la enfermedad en primera persona,
respondiendo a Dios e invitando a otros a vivir la realidad de la
enfermedad como algo que no escapa al amor de Dios.
Se trata de la historia de una joven que desea dar sentido a
su vida y desde luego entender su enfermedad dentro del proyecto de Dios. Se
deja ayudar por el Espíritu Santo. Por ello, Margarita Godet entra en relación
con un seminarista del Instituto de Misiones Extranjeras de París que
iría, más tarde, como misionero a China.
En 1928 Mons. Guébriant de Misiones Extranjeras de París
rectifica los Estatutos de La Unión de Enfermos Misioneros, que Margarita Godet
había elaborado.
Margarita durante 23 años estuvo crucificada por la parálisis
general. Además de la discapacidad, Margarita Godet estuvo enferma. Su
constitución delicada no pudo resistir mucho tiempo a la inactividad y al frío.
Por ello ella estuvo predispuesta a la tuberculosis, y más tarde agotada a causa
de ella. Muere tuberculosa a los 33 años, el 2 de noviembre de 1932.
Margarita Godet, inspiradora de la Unión de Enfermos Misioneros, 1899-1932. (Foto del libro Aimer, Souffrir, Sourir ou la vie intérieure d'une âme crucifiée)
¿Y la enfermad?, ¿cómo
entenderla?
La enfermedad siempre será un misterio que nos empaña la
vista y nos impide frecuentemente ver la ternura de Dios. Pero, en la enfermedad se
manifiesta Dios, de una manera sorprendente y además dando sentido a la vida.
Tres momentos de su
espiritualidad: Amar, sufrir y sonreír.
AMAR
Vivir el amor, un amor intenso que Dios da y además como amor
para compartir y unirse a los demás, a Dios mismo y al prójimo. Dios le ha
hablado, fue en Lourdes, ella misma quería sanar, pedía la sanación a la
Virgen, pero entendió que lo más importante era vivir y unirse al corazón de
Dios, desde su realidad.
Tiene varios maestros, Santa Teresita de Lisieux, San
Francisco de Sales, ella leía mucho, y ellos le indican y la ayudan, pero
también los enfermos que la frecuentaban. Ella aprende a amar, ya no a
lamentarse de sí misma, sino a ayudar a los otros. Se va fraguando en su vida
una manera de ser apóstol, va intuyendo el sentido más profundo de la oración y
además el sacrificio de su propia vida por los demás.
SUFRIR
El Dolor, no un dolor vano y sin sentido, sino un dolor aceptado y ofrecido. Un sufrimiento fecundo que se une a Dios para prodigar amor. La gente cuando iba a verla la encontraba siempre en paz.
El Dolor, no un dolor vano y sin sentido, sino un dolor aceptado y ofrecido. Un sufrimiento fecundo que se une a Dios para prodigar amor. La gente cuando iba a verla la encontraba siempre en paz.
Margarita procuraba paz, es decir, había encontrado el
sentido de su enfermedad. Al final de su vida, ya no hablaba de su enfermedad,
ni de sus dolores, sino que más bien
vivía para consolar a los demás.
SONREÍR
Sonreía, es decir, transmitía alegría como signo de su cambio interior fruto del dejarse transformar por Dios.
Sonreía, es decir, transmitía alegría como signo de su cambio interior fruto del dejarse transformar por Dios.
Objetivos de la Unión
de Enfermos Misioneros.
Esta unión tiene como objetivo principal de encauzar las oraciones
y los sufrimientos de los enfermos que reservan un particular amor a Dios y a
las almas, hacia:
1.- La santificación de los Misioneros,
2.- El aumento de misioneros,
3.- La conversión de las almas que no conocen a Cristo.
Rolando Ruiz Duran sx.
Vídeo presentación de la Unión de Enfermos Misioneros: http://youtu.be/0QPj84hn2A4
“¡Señor,
nosotros, los enfermos, nos acercamos a Ti!...
Somos los
“inútiles” de la humanidad. En todas partes estorbamos...
No podemos
echar nuestra parte a la economía maltrecha del hogar difícil.
Gastamos y
consumimos dolorosamente los pobres ahorros, en medicinas,
en
inyecciones, en apresuradas visitas de médicos...
Todos
sonríen; nosotros lloramos, en silencio.
Todos
trabajan; nosotros descansamos, forzosamente.
Quietud más
fatigosa que la misma labor.
No podemos
levantar la silla, que ha caído;
ni acudir al
teléfono que suena; ni abrir la puerta, cuando toca el timbre...
No nos es
permitido soñar; ni amar a una mujer o a un hombre;
ni pensar en
un hogar;
ni acariciar,
con los dedos de la ilusión, las rubias cabezas de nuestros hijos”...
“Y, sin
embargo, sabemos... que tenemos reservada para nosotros
una empresa
muy grande: ayudar a los hombres a salvarse, unidos a Ti...
Haz, Señor:
que conozcamos nuestra vocación y su sentido íntimo...
Recoge,
Señor, como un manojo de lirios en tus manos clavadas, nuestra inutilidad,
para que les
des una eficacia redentora universal...
La salvación
del mundo la has puesto en nuestras manos. Que no os defraudemos”
Compuesta por Manuel Lozano Garrido, Beato Lolo, enfermo misionero.
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