Como cada año las diócesis de
Alcalá de Henares, Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Getafe, Madrid, Toledo y el
Arzobispado Castrense hemos vivido, el pasado 28 de septiembre, como zona
centro de las OMP, las XXXII Jornadas Diocesanas de Reflexión Misionera para
una acción conjunta. Este año el tema principal ha sido: la misión ad Gentes paradigma
de la Nueva Evangelización, que nos ha estimulado para vivir con impulso
gozoso y comunión eclesial esta tarea carismática que nos ha sido confiada por
cada una de nuestras iglesias locales.
En la exposición Rolando Ruiz, misionero javeriano, nos invitó a redescubrir como dice la Evangelii Nuntiandi que este es el «gozo y la vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda: EXISTE PARA EVANGELIZAR» (E.N. 14) y `por lo tanto: a) Debemos crecer en la fe y en la conversión, viviendo la VIDA DE CRISTO (AÑO DE LA FE), b) Debemos ser testimonio y fermento entre los alejados: (NUEVA EVANGELIZACIÓN) y c) que nuestra fe en Cristo se haga presente en todos los pueblos para invitarlos a la fe en ÉL (MISIÓN AD GENTES).
La bonita convivencia la hemos
vivido con: la oración, que fue dirigida por Juan José Plaza (delegado de
Guadalajara), el conocimiento de la campaña y lema del Domund 2013: Fe +
Caridad = Misión, presentado por José Joaquín Tárraga Torres (delegado
de Albacete); la Eucaristía presidida por Arturo José Otero García (delegado de
Alcalá de Henares), el testimonio misionero de Carmen Llorente en Lurín,
Perú, a dónde desde hace 20 años cada verano acompaña a grupos (invitada por la
delegación de Toledo). Y como lo expresaba José María Calderón Castro (delegado
de Madrid) estas Jornadas han sembrado en nosotros este espíritu misionero del
cual queremos hacer partícipes a todos los demás en el octubre misionero. La presencia
de Don Anastasio Gil, director nacional de las OMP ha permitido vivir en comunión
con todas las diócesis españolas y con la Iglesia Universal..JPG)
El día anterior, viernes 27, a
nivel de la diócesis de Madrid ya habíamos dado inicio con una mesa redonda en donde
cuatro misioneros nos hablaron de su vocación: Jorge y Alexia, matrimonio
misionero, Maite Oiartzun, misionera de África y Juan Antonio Fraile,
misionero comboniano. Ellos en resumen nos han recordado que la figura del
misionero ad vitam y ad gentes debe ser presentada como una realización también
paradigmática de la vida cristiana y como modelo de realización humana. “Vale
la pena la consagración de la propia vida como manantial de felicidad y de
personalización, enamorado de Cristo lo sigue hasta los confines del mundo y
por ello lo hace de por vida y a todas las gentes.” Este día culminó con
una Vigilia
de oración por las Vocaciones Misioneras que había sido precedida por
la Eucaristía que presidió Don Anastasio Gil.
La conclusión, para los que tenemos
por carisma en la Iglesia la Misión ad Gentes y que vivimos en la
encrucijada eclesial del “ad extra” sin olvidar el “ad intra”, se resumiría en: Si
eres seguidor de Jesús, cuéntaselo a todo el mundo, lo agradecerán.
Rolando Ruiz Durán sx
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