Aniversario
de la beatificación de José Allamano, fundador de los Misioneros y las
Misioneras de la Consolata
ORACIÓN
Oh Padre, fuente de todo
bien,
suba hasta ti el himno de nuestra alabanza
por los dones concedidos
al Beato José Allamano.
Sacerdote de la nueva alianza,
él ha sido en la
Iglesia guía sabio y prudente
de las almas en la búsqueda de tu voluntad
y padre de misioneros
para el anuncio del evangelio a los pueblos. Concedemos los
favores que te pedimos
por intercesión de tu Siervo,
que dispensó en la tierra
la consolación de María.
Y haz que su ejemplo nos impulse a buscarte a ti sobre todas
las cosas
y el bien de toda la humanidad. Amén.
EVANGELIO DEL DÍA (Lucas 10,25-37)
En aquel tiempo, se presentó un maestro de la Ley y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba:
"Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?" Él le
dijo: "¿Qué está escrito en la
Ley ? ¿Qué lees en ella?" Él contestó: "Amarás al
Señor, tu, Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas
y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo." Él le dijo: "Bien
dicho. Haz esto y tendrás la vida." Pero el maestro de la Ley queriendo justificarse,
preguntó a Jesús: "¿Y quién es mi prójimo?" Jesús le dijo: "Un
hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo
desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por
casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y
pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio
un rodeo y pasó de largo. Pero un samaritano que iba de viaje, llegó a donde
estaba él y, al verlo, le dio lástima, se le acercó, le vendó las heridas, echándoles
aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó en una posada y
lo cuidó. Al día siguiente, sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le
dijo: "Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la
vuelta." ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que
cayó en manos de los bandidos?" Él contestó: "El que practicó la
misericordia con él." Díjole Jesús: "Anda, haz tu lo mismo."
TESTIMONIO MISIONERO
VIDA
DE JOSÉ ALLAMANO
El P. José Allamano, fundador
de los Misioneros y las Misioneras de la Consolata , fue beatificado en este mismo día en
el año 1990 por el Bto Juan Pablo II. Hoy hace 23 años de esta fecha.
La
segunda mitad del siglo XIX protagonizó un despertar misionero inusitado y
creciente, que hombres vigilantes y atentos a los signos de los tiempos
supieron aprovechar, dando una respuesta de entrega total a la causa misionera.
Entre ellos se encuentra el Bto José Allamano, nacido el 21 de enero de 1851 en
Castelnuovo de Asti (después llamado Castelnuovo Don Bosco), cerca de Turín, en
Italia. Este pueblecito es tierra de hombres santos, como su tío San José
Cafasso (hermano de su madre), San Juan Bosco, el cardenal Cagliero…y otros
muchos. Se preparó para el sacerdocio en el seminario diocesano de Turín siendo
ordenado sacerdote el 20 de Septiembre de 1873.
Dedicó
toda su vida a la formación del clero: siendo director espiritual del
seminario, formador, rector del convictorio eclesiástico (donde se iniciaba en
la pastoral y en los casos de moral a los recién ordenados) y forjador de misioneros en las familias
religiosas que él fundó.
El
santuario de la Consolata
fue el centro donde él realizó su actividad pastoral y misionera: consejero de
obispos, confesor y director espiritual incansable para todas las clases
sociales, consejero de fundadores de otras obras nacientes tanto religiosas
como sociales…
Constatando
que en su diócesis estaba faltando una dimensión importante de la iglesia, y
apoyado por el arzobispo, fundó los Misioneros de la Consolata en 1901 (sin
dejar de ser sacerdote diocesano) y en 1910 las Misioneras de la Consolata ; dando a las
dos familias el mismo carisma de evangelización Ad Gentes, la misma espiritualidad
y la misma fundadora (La
Virgen Consolata ) quedando él y el P. Santi ago
Camisaza, Cofundador, como los guardianes del espíritu misionero de estas dos
familias.
A
sus hijos e hijas, él lo siguió con una asistencia constante y paterna, dando
lo mejor de si mismo. Tanto que al concluir su peregrinar terreno el 16 de
febrero de 1926, decía: “El hilo de vida que aún me queda es para vosotros. Os
lo he dado todo”.
El
Bto Juan Pablo II, en la homilía de la beatificación del P. José Allamano,
dijo: “…en este momento en el que viene elevado entre los beatos de la Iglesia , el P. José
Allamano nos recuerda que para ser fieles a nuestra vocación cristiana, tenemos
que saber compartir los dones recibidos de Dios, con los hermanos de cualquier
raza y cultura. Es necesario anunciar con coraje y con coherencia de vida a
Cristo, a las personas con quienes nos encontramos, y especialmente a aquellas
que todavía no lo conocen…”.
Scam: http://misionesscam.blogspot.com.es/










































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