Urgencia Mozamibique Misioneros Javerianos ~ Blog de Misiones

Urgencia en Mozambique Misioneros Javerianos

El ciclón Idai a su paso por Mozambique, Malaui y Zimbabue ha dejado mucho sufrimiento y destrucción. Los Misioneros Javerianos en Mozambique se encuentran en dos diócesis con cuatro comunidades, tres en la diócesis de Beira: en Dondo con la parroquia Santa Ana, en Chemba en la parroquia Santa Terezhinha do Menino Jesus y en Sena en la parroquia de Santa Catarina de Sena; la cuarta comunidad se encuentra en la diócesis de Tete en Charre en la parroquia de Sao Pedro Claver, zona que ha sido menos afectada.

Los once misioneros javerianos provienen de seis nacionalidades: Burundi, Brasil, Camerún, Italia, México y República Democrática del Congo. Ellos son los padres Barthélemy, Robert, Enrique, Andrea, Innocent, Dieudonné, Justin, Apolinar, Epitace, Joao Evandro y Fabio.

Noticias recibidas por medio de whatsapp (La mayor parte de los mensajes provienen del padre Apolinar –entre los javerianos lo llamamos Polo- él vive en Sena).

14 de marzo 2019

En Mozambique está llegando un huracán a la ciudad de Beira y cerca tenemos la casa de Dondo... vamos a ver cómo nos va, pero recen por esta gente y por nosotros para que sepamos enfrentar está catástrofe natural.

17 de marzo 2019

Hola familia. Os comunico que después del paso del ciclón, todos estamos bien (en la comunidad de Sena). La comunidad de Dondo está incomunicada, tanto en las redes sociales como en las vías terrestres. Esperamos que todos estén bien. Allá se encuentran los padres: Enrique, Barthélemy, Inocent, Robert Kowa, la misionera italiana Claudia y la misionera laica portuguesa Adelaide. El último mensaje que alcanzamos a recibir fue que había caído parte del tejado de la casa. Después todo se interrumpió. Seguimos en oración

18 de marzo

Queridos hermanos, yo sé que ya han rezado por nosotros, pero os pido de nuevo que tengáis presente en vuestras a toda la gente de Mozambique, y en particular por nuestra zona que está sufriendo este desastre humanitario causado por los fenómenos naturales de lluvias y del ciclón IDAI que destruyó la ciudad de Beira y Dondo. Hay personas arriba de los árboles y de los tejados esperando socorro, muertos flotando entre las corrientes de agua. El 80% de los postes de energía cayeron y la segunda ciudad del país está sin luz, sin agua, sin red telefónica, y sin alimentos... El agua acabó casi con todo. Nuestra casa, la casa del obispo y casi todas las iglesias han sufrido alguna destrucción. Y lo peor es que no para de llover y se están anunciando más inundaciones.

19 de marzo 2019

Gracias a todos por su solidaridad en la oración. Sí, los internados están en Chemba –responde a la pregunta de los Internados por los que la Asociación Entretejiendo se ha comprometido como proyecto el año pasado -. Acá tenemos otros problemas pero todo está bien gracias a Dios. El ciclón arrasó en Beira y Dondo donde tenemos la casa los Javerianos. Ahí está Enrique, Robert y Barthélemy... Y estaban también de visita Justin, Innocent y Epitace. Todos ellos de Chemba y Charre que ahora no pueden regresar a las misiones porque las estradas están cortadas por el agua. Saludos y bendiciones para todos

21 de marzo 2019

Hola buenas noches. Las cosas no andan nada bien como tal vez te has enterado por las noticias. El 95 % de la ciudad está destruida... Centros comerciales, iglesias, escuelas, hospitales... Todo está arruinado... episcopado, catedral, una de nuestras casas cayó toda... Era nuestra futura casa de Formación. La casa de Dondo sufrió serios daños. No sé cómo estarán pasando con parte del tejado destruido y las lluvias que no paraban. Hoy fue el primer día de sol desde hace una semana cuando entró el huracán.

Enrique vive allá. Tres de nuestros padres habían ido para tratar sus documentos con migración y ahora no tienen forma de regresar. La carretera sufrió 4 cortes. Las autoridades prometen reconstruir en dos semanas y los trabajos ya comenzaron hoy.

Enrique escribe un mensaje muy escueto el mismo 21 de marzo: Estamos vivos, eso si bien mojados y con pocos víveres, pero esperando que bajen las aguas y pueda haber más comunicación.