«Los ovetenses son muy solidarios, y yo soy testigo de que el dinero llega»

Foto: Luisma Muras

Misionero, colabora con Manos Unidas

Artículo de Ángel FIDALGO del Diario La Nueva España, Oviedo 13-02-2012.

Rolando Ruiz Durán es un misionero javeriano mexicano, país del que está fuera desde hace veinte años, seis de ellos en Camerún y nueve en Chad. Actualmente trabaja en Madrid haciendo animación misionera y colabora con Manos Unidas por la dedicación que tiene con los misioneros y con los países más pobres. Esta semana estuvo en Oviedo para participar en un acto del Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA.

-¿Por qué un buen día decidió ser misionero?

-Quería casarme y tener una familia, pero un día el Señor me llamó para hacer algo que tuviera sentido. Ser misionero para mí es anunciar a Cristo y al Evangelio, pero evangelizar no es sólo hablar de Dios y de su palabra, sino implicarse en la promoción de todos los valores humanos.

-Este fin de semana se realizó la tradicional colecta en las parroquias y capillas de la diócesis.

-La Conferencia Episcopal Española no sólo acoge a Manos Unidas como una ONG católica, sino que este fin de semana todas las colectas están destinadas a colaborar con proyectos para ayudar a los que más sufren.

-¿La crisis económica afecta también a la solidaridad?

-El español en general es muy solidario, basta ver todos los proyectos y las ONG en los que se implica. Sí, hay solidaridad. En el Domund el segundo país que más dinero aporta es España después de Estados Unidos. España primero ayuda a Cáritas, pero después a Manos Unidas.

-¿Y en Oviedo?

-Los oventenses son muy generosos y dan mucho. Este año hay nueve proyectos solidario. Soy testigo de que el dinero llega. El hecho de trabajar con misioneros es la mejor garantía, porque nosotros no estamos en este mundo para enriqueceremos sino para ayudar a los que más lo necesitan.

-¿Hay gobiernos que quieren lucrarse de estas ayudas?

-Desgraciadamente sí. Hay gobiernos en los que la organización interna no es clara. Si llegase a nuestras manos podríamos hacer más.

-Un ejemplo.

-Participé en Chad en un proyecto para alfabetización, gigantesco en cuanto a dinero. Querían hacerlo a través de Cáritas Diocesana porque sabían que el dinero no se perdería. A nosotros nos hubiera gustado, pero no aceptamos porque algunas personas nos pedían a cambio que les diéramos una parte de ese dinero.

-Además Chad ha estado inmerso en una guerra civil.

-Y las ONG se han ido pero los misioneros quedamos. La mitad son musulmanes, el cuarenta y dos por ciento practica la religión tradicional y el resto son católicos, pero todos saben que los cristianos somos honestos. El prefecto de una provincia de este país me pidió que le guardara su dinero porque confiaba más en nosotros que en los bancos porque decía que se lo robarían, mientras que en la misión católica aseguraba que estaba a salvo. Eso quiere decir que tenemos credibilidad y honorabilidad.

-¿Estos gobiernos quieren influir también a la hora de repartir las ayudas?

-Así es, y esto se llama corrupción, que además siempre beneficia a los familiares de los corruptos. No se dan cuenta que este dinero es sagrado, que en muchos casos viene de gente que se lo quita de su boca para que otros muy pobres puedan tener algo.

-En la Unión Europea hay mucho dinero para el desarrollo, pero mucho de este dinero no llega a su destino.

- Los proyectos hay que crearlos desde el interior del país, porque nosotros somos los que sabemos qué es lo que más necesitan. Tampoco es aceptable que una empresa europea con trabajadores europeos construyan setecientos kilómetros de autopista y el dinero que ganan se lo lleven a su país. Si esta obra se hiciera con una constructora del Chad el dinero se quedaría en el país (pero cabe señalar que es importante exigir la calidad y cumplimiento).

-Cooperan y evangelizan.

-La mejor manera de evangelizar es que no te doy dinero porque eres cristiano, sino porque eres mi hermano independientemente de la religión que tengas. Esta es la mejor manera de decir que Cristo murió por todos, y por eso mucha gente sólo quiere dar su dinero a ONG cristianas.