25/2/13

Lo más importante de la Evangelización, hablar de Dios...

Participantes a la X Jornadas de Formación para empleados y voluntarios de las OMP en Madrid: América, Puerta abierta a la misión.
 
América, Continente Evangelizado y Evangelizador.
Los días 21 y 22 de Febrero se han celebrado las X Jornadas de Formación para Empleados y Voluntarios de las OMP a las cuales asistí como voluntaria, pues llevo en la Delegación de Misiones de Jaén, sólo dos años y ya me he dado tiempo para darme cuenta de la necesidad y de la urgencia de Evangelizar. Mi vida de fe ha estado apagada durante algún tiempo y al reconocer a Jesús y vivir más cercana su presencia, me ha infundado amor y deseo de darlo a conocer. Es por ello que me integré en la Delegación de Misiones y también he participado en estas jornadas de voluntarios. Pienso que vivía un poco en la sombra en cuanto a Dios y sin percibir su amor, tampoco quería escucharle ni abrirle mi corazón. Por ello me cuestiono: ¿Qué sentirán esas personas que no lo conocen? Y concluyo que: ¡Es urgente Evangelizar!
 
 
Don José Tola, miembro de la Pontificia Comisión para América Latina, Mons. Don Braulio Rodríguez Plaza, presidente de la Comisión Episcopal de Misiones y Cooperación entre las Iglesias de la Conferencia Episcopal Española y Don Anastasio Gil, director nacional de las Obras Misionales Pontificias en España.
 
Las jornadas de este año.
 
A raíz de las jornadas de este año me hago la pregunta de cómo América se Evangeliza  y es Evangelizadora. Es difícil dar una respuesta exacta puesto que América es un continente grande y muy variado.
Ø  En la primera charla nos habló D. José Tola, sacerdote peruano, que vive en Roma y forma parte de la  Pontificia Comisión para América Latina. Se centró en América Latina y dijo de ésta  que es “Puerta abierta a la Evangelización”.
Ø  También dieron su testimonio un matrimonio misionero, Antonio García y Ana Cruz, de OCASHA-Cristianos con el Sur (Laicos misioneros comprometidos), los sacerdotes Amadeo Puebla, del IEME (Instituto Español de Misiones Extranjeras), y Lucas Villa, sacerdote diocesano de Sigüenza-Guadalajara y que fue enviado por OCSHA (Organización de la cooperación sacerdotal hispano-americana) y la hermana Esperanza Arboleda, colombiana y misionera de la Madre Laura.
Ø  Para completar las jornadas tuvimos más testimonios sobre cómo se trabaja en las distintas delegaciones de misiones de España.
Fueron unas jornadas intensas y te das cuenta de todo lo que puedes llegar a aprender.
 

Primera Mesa de Experiencias: La Dirección Diocesana de las OMP por dentro.
 
La misión ha cambiado.
 
Yo me paro a pensar y me imagino como serían las primeras Evangelizaciones. Lo único que podían hacer los misioneros era viajar a tierra de misión y tener diálogo con esas personas, no podían ni comunicar un viaje en las redes, ni hacer libros de las experiencias de jóvenes en verano, ni imprimir folletos para enseñarte qué es misión, no, nada de eso. Los sacerdotes y religiosos viajaban a esos poblados donde no se conocía el Amor del Padre y a partir de ahí les enseñaban el Verdadero camino. Quizá hubiera sido más complicado, pero, a mi parecer, más cercano. Hoy en día en tierras de misión, donde también pueden viajar Laicos, se puede ver que el sacerdote no pasa por una comunidad en un mes, o quizá tarda más tiempo, no porque no quiera sino porque tiene a su cargo tantas comunidades que a veces hay lugares que visita una vez al año.
 
 Segunda Mesa de experiencias: La Dirección Diocesana de las OMP al exterior.
 
Hablar de Dios, darlo a conocer.
 
Se preparan comuniones, bautizos, bodas, como si fuera un punto más que apuntar en una libreta, pero se ha perdido lo más importante de la Evangelización, hablar de Dios, darlo a conocer y ayudarte a que puedas sentir esa paz interior, hablar con la persona de Jesús. En cuatro palabras contacto, conversión, confianza y comunicación.  Eso puede que esté ocurriendo, a veces es tan difícil tener relación con cada una de las personas, no por otra cosa, si no por falta de tiempo y medios. “Muchas personas eran bautizadas como católicas, pero no eran catequizadas” como dijo Lucas de la Villa. Quizá me esté confundiendo, yo tampoco puedo decir mucho, porque sólo he estado un mes en México. Pero escuchando testimonios de diferentes sitios de América te das cuenta que casi siempre es igual.
 
Algunos de los participantes en la sede de las OMP Nacionales.
 
Partiendo del Evangelio.
Los cuatro testimonios coinciden en una cosa, todo se consigue “partiendo del Evangelio”, que el perfil del misionero debe contener cuatro aspectos importantes: saber estar, investigación, beber de la sabiduría de la gente de allí y observar, como bien dijo la hermana Esperanza.
Pienso que América es un continente profundo donde su gente puede llegar a ser algo grande si se le brinda la oportunidad, donde ellos mismos pueden ayudarse, para ello es necesario que los misioneros que vayan a Evangelizar a ese continente tengan presente el Evangelio. No conozco datos generales pero lo que voy viviendo día a día, aquí en mi ciudad, es que cada vez hay más personas que han dejado ese Continente: monjas, curas, laicos…y viven aquí con nosotros. Es bueno y enriquecedor tenerles aquí, pero quizá sea necesario también que ayuden a vivir el ámbito de la misión en su país donde hay mucho trabajo por hacer aún. América necesita de esas personas, de esa humildad, de esa valentía, de ese amor que están dispuestos a desprender por los demás. Sólo soy una joven de 25 años que ni por asomo conoce del tema, quizá he hablado subjetivamente, pero estas jornadas me han dado que pensar sobre el gran inmenso continente que es América y sobre el bien que puede hacer a los que buscan el cariño, la paz, la esperanza y la suerte de encontrarse con Dios.
 
 
Testimonios misioneros en América: Antonio García y Ana Cruz, matrimonio de OCASHA (Misioneros en Ecuador), Amadeo Puebla, sacerdote diocesano del IEME (Misionero en República Dominicana), Lucas de la Villa, sacerdote diocesano de la OCSHA (Misionero en Brasil), Hna. Esperanza Arboleda, misionera de la Madre Laura (Misionera en Colombia).
 
 
Una única familia.
Yo pienso que Dios desea que un día las culturas se mezclen, y que todos seamos un único Continente donde solo nos separara un inmenso mar, ya es hora de dejar de lado las diferencias y empezar a pensar que somos iguales ante los ojos de Dios, que somos una gran familia unida. Es importante que nos hagamos responsables todos de todos, de esta manera podremos conseguir lo que buscamos. Que el mundo entero conozca que Jesús dio su vida para salvarnos. Y que actuemos en favor de la misión de los que aún no conocen a Cristo.
Celia, Jaén.
 
 
 
 

0 comentarios :

Publicar un comentario