El misionero javeriano relató sus vivencias en el Chad en el coloquio
organizado por Manos Unidas
Elena
FERNÁNDEZ-PELLO La
mortalidad infantil en el Chad, un país que está en el corazón de África, se ha
reducido gracias a la escolarización de las niñas, afirma el misionero
javeriano Antonio Serrano, que ayer participó en un coloquio organizado en el
Club Prensa Asturiana con la colaboración de la oenegé de la Iglesia católica
"Manos Unidas". "El cambio en el continente africano pasa por
las niñas", afirma Serrano, que contó su experiencia como misionero en
aquellas tierras. Fue una de las muchas reflexiones que hizo sobre la pobreza,
la vida y la felicidad.
"Manos
Unidas" presentó durante el acto de ayer los programas de desarrollo en
los que colaborará directamente la delegación asturiana este año. Lo hizo en
vísperas de la convocatoria del día del ayuno voluntario que se celebrará
mañana y de la colecta diocesana con la que cada año recaudan fondos, que se
realizará el sábado y el domingo en las iglesias. Su delegada en Asturias,
María Elvira García, introdujo a los participantes y dio paso a una de las
colaboradoras de "Manos Unidas", Marta Fano.
"Queremos
globalizar la solidaridad", anunció Fano, informando de que actualmente
hay en el mundo dos mil millones de personas en situación de pobreza. La
portavoz de "Manos Unidas" abogó por "un cambio del mundo".
Ha de estar basado, explicó, "en un nuevo modelo de desarrollo, donde el
centro sea el bien". "Queremos implantar un modelo de desarrollo
mucho más humano", añadió. Marta Fano habló de cambios en los sistemas de
gobierno de los países en vías de desarrollo, de carácter comercial y
económico, pero también dijo que es necesario "el cambio a nivel
individual", cultivando conductas y actitudes respetuosas con el medio
ambiente y comprometidas con un modo de vida más sostenible, alejado del
consumismo.
La de
"Manos Unidas" es, subrayó, "una campaña de ilusión" y eso
es lo que pretende transmitir el cartel de este año, con una flor floreciendo
en el centro de un círculo formado por siluetas que simbolizan o representan
acciones para el desarrollo.
Antonio
Serrano y Rolando Ruiz, dos misioneros javerianos, dieron testimonio del
alcance de las acciones solidarias impulsadas por "Manos Unidas",
reflexionando sobre sus experiencias en Chad. El mexicano Rolando Ruiz, que
ahora presta servicio en otro país, admitió que "Chad es mi tierra
prometida, el lugar al que quiero volver" y manifestó, sustituyendo la
beneficencia por la de fraternidad, que cuando trabaja en las misiones él
"antes que a un pobre veo a un hermano".
Tanto
su charla como la de Antonio Serrano estuvieron acompañadas por la proyección
de diapositivas de las gentes del país y de sus misiones. Serrano se refirió a
"la alegría de vivir" de los chadianos y a valores como la
hospitalidad, el respeto a los mayores -la esperanza de vida es de cincuenta
años, indicó- y a su sentido de la comunidad.
Durante
este mes las parroquias organizan actos en favor de "Manos Unidas".
Este domingo habrá un "Rastrillo solidario" en la de los Santos
Apóstoles de Oviedo. La de Sotrondio realiza, el 15 de febrero, la
"Operación bocata" y la de Blimea, el día 22, el "Postre
solidario". Con la venta de esos productos, bocadillos y postres,
recaudarán fondos para la organización.
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