Manos Unidas celebra
su 55 campaña contra el hambre durante esta semana para sensibilizar a la
población y conseguir financiación
Hace ya 55 años que Manos Unidas comenzó a
luchar contra el hambre. Sus primeros proyectos se destinaron a la India, pero
hoy además de en Asia, colabora también en África y América Latina. Siempre
bajo la doctrina de la fe católica, acuden a los países del tercer mundo con el
objetivo primordial de «otorgar una mayor dignidad humana» con propuestas
dedicadas a la salud, la alimentación y la educación. Su otro papel es el de
«conseguir que la gente no se sienta sola» porque, como dice el misionero
Antonio Serrano, «la necesidad más importante que tienen no es material».
Serrano estuvo dos años en Colombia y ocho en Chad. Lo que más
llamó su atención fue «su sentido de la hospitalidad, su voluntad de
compartir», aspecto en el que coincide con Rolando Ruiz, misionero en Camerún y
también en Chad. Ambos reconocen que «los cambios son lentos, pero sí se ven».
Como ejemplo, tras el proyecto de escolarización de niñas en Chad, la
mortalidad infantil se ha reducido hasta en un tercio.
Una de las líneas de actuación de Manos Unidas está dirigida a
proyectos para los países más necesitados. Desde Asturias para este 2014, la
intención es financiar, «como mínimo» hasta ocho propuestas. El mayor
presupuesto, 117.948 euros, será para una unidad de cuidados intensivos en el
Hospital Fátima de la India, que podría atender anualmente a 6.200 pacientes e
indirectamente, a 31.025. También habrá dinero para varios hospitales más,
además de para otros dedicados principalmente a la formación y la mejora de la
alimentación. Pero estos proyectos, a los que los misioneros dan forma, son
solo posibles gracias a la labor de sensibilización que hace Manos Unidas.
Colecta
La oenegé celebra esta semana su 55 campaña contra el hambre.
Los días 8 y 9 de febrero, la colecta de todas las parroquias y capillas de la
diócesis irá a parar a la financiación de los proyectos. Pero no es la única
forma de encontrar presupuesto. En Asturias hay cerca de 400 voluntarios y
3.000 socios, que dan las aportaciones que creen oportunas. María Elvira García
Castañedo, presidenta de Manos Unidas en Asturias, reconoce que «las cantidades
han bajado un poco, pero pensábamos que lo harían más». A su juicio, «la gente
al ver la necesidad aquí se siente más solidaria».
El lema de esta nueva campaña contra el hambre es 'Un mundo
nuevo, proyecto común', que «nos sitúa en el camino de la fraternidad universal
como condición necesaria para el desarrollo». Manos Unidas cumple 55 años
trabajando «para acabar con las desigualdades».
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