Como todos sabéis el 5 de
noviembre es la fiesta de nuestro fundador san Guido María Conforti y en este
día en todas nuestras comunidades se hace, como Dios manda, un poco de fiesta.
Aquí la fiesta ha sido grande pues en este día hay siempre un grupo de jóvenes
que hacen la renovación de los votos, este año eran diez, y alguno que hace la profesión perpetua, es
decir el compromiso definitivo y ad vitad para la misión Ad Gentes, y
esta vez eran dos: Epitace y Léonidas, los dos burundeses.
Hemos trabajado bastante durante
más de una semana para arreglar la casa, cortar los setos, el césped, limpiar y
dejarlo todo listo. Es cierto que somos un buen grupo y cada uno ha sido
responsable y ha hecho lo que tenía que hacer...
La celebración ha sido muy bonita
y participada, animada por la coral que suele cantar solo en ewondo, el idioma local de aquí, pero
para la ocasión y sabiendo que habría gente que no entiende habíamos preparado
con ellos un repertorio en donde se mezclaban los cantos en francés y en ewondo, y lo han hecho muy bien. Armando
Coletto, nuestro regional que presidía la celebración, durante la homilía ha
hecho la comparación entre la profesión religiosa y la ofrenda de
la vida. Ya nuestro fundador Conforti decía que ofrecer algo con voto no
es solo ofrecer los frutos sino ofrecer al mismo tiempo el árbol y los frutos.
Así Armando ha comparado lo que hacíamos con esa ofrenda del árbol, que para
que dé fruto debe estar bien plantado, con raíces profundas que lleguen hasta
las aguas subterráneas que lo alimentan. Es gracias a ello que el árbol crece
frondoso y que puede dar frutos en abundancia. Para simbolizar y hacer más
visible la imagen que él había utilizado, los dos que hacían la profesión
perpetua, después de la profesión durante
el ofertorio han traído un pequeño limonero en una maceta, que había
preparado y este limonero tenía algunos frutos que colgaban. Ha sido una imagen
muy expresiva de todo lo que había dicho en la homilía. Hay alguna foto que da
testimonio de lo vivido.
Esta mañana, media hora antes de
la celebración, hemos conocido el obispo que presidiría la celebración. Hemos
tenido suerte pues, aunque es un obispo emérito de unos 80 años, es un hombre
muy sencillo, majo y además también él es misionero, misionero espiritano y
camerunés. Además tiene lo bueno de no ser muy largo. De hecho la celebración
solo ha durado dos horas y cuarto, para estas latitudes es casi nada. También
veréis alguna fotico de la celebración para que os deis cuenta de lo guapos que
estábamos.
Después de la celebración hemos
regresado a casa y con sencillez, entre nosotros, hemos celebrado y festejado
lo que Epitace y Leonidas acaban de vivir. Ahora les toca el vivir en actitud
de servicio y de disponibilidad, como lo requiere el ser diáconos.
Ángel de la Victoria sx
Rector del teologado javeriano de Yaundé, Camerún
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