13/11/14

Entrega de por vida a la Misión Ad Gentes, Misioneros Javerianos Camerún

Como todos sabéis el 5 de noviembre es la fiesta de nuestro fundador san Guido María Conforti y en este día en todas nuestras comunidades se hace, como Dios manda, un poco de fiesta. Aquí la fiesta ha sido grande pues en este día hay siempre un grupo de jóvenes que hacen la renovación de los votos, este año eran diez,  y alguno que hace la profesión perpetua, es decir el compromiso definitivo y ad vitad para la misión Ad Gentes, y esta  vez eran dos: Epitace y Léonidas, los dos burundeses.
Hemos trabajado bastante durante más de una semana para arreglar la casa, cortar los setos, el césped, limpiar y dejarlo todo listo. Es cierto que somos un buen grupo y cada uno ha sido responsable y ha hecho lo que tenía que hacer...
La celebración ha sido muy bonita y participada, animada por la coral que suele cantar solo en ewondo, el idioma local de aquí, pero para la ocasión y sabiendo que habría gente que no entiende habíamos preparado con ellos un repertorio en donde se mezclaban los cantos en francés y en ewondo, y lo han hecho muy bien. Armando Coletto, nuestro regional que presidía la celebración, durante la homilía ha hecho la comparación entre la profesión religiosa y la ofrenda de la vida. Ya nuestro fundador Conforti decía que ofrecer algo con voto no es solo ofrecer los frutos sino ofrecer al mismo tiempo el árbol y los frutos. Así Armando ha comparado lo que hacíamos con esa ofrenda del árbol, que para que dé fruto debe estar bien plantado, con raíces profundas que lleguen hasta las aguas subterráneas que lo alimentan. Es gracias a ello que el árbol crece frondoso y que puede dar frutos en abundancia. Para simbolizar y hacer más visible la imagen que él había utilizado, los dos que hacían la profesión perpetua, después de la profesión durante  el ofertorio han traído un pequeño limonero en una maceta, que había preparado y este limonero tenía algunos frutos que colgaban. Ha sido una imagen muy expresiva de todo lo que había dicho en la homilía. Hay alguna foto que da testimonio de lo vivido.
Los cantos han sido alegres, y tampoco podían faltar los bailes, durante el gloria de parte de la coral, y al final cuando estábamos en el momento de acción de gracias. Justo después cuando íbamos a saludar y a agradecer a los que habían venido, en cuanto yo he tomado la palabra ha caído una tromba de agua enorme que impedía oír nada y por si fuera poco se ha ido la luz, como suele pasar con cierta frecuencia. Nadie se ha puesto nervioso y al revés hemos bromeado diciendo que esto es la bendición de la lluvia y que dentro de 20 años, como dice el presidente de aquí, en 2035 eso no ocurrirá más. Pero eso ha dado un toque sencillo y más familiar, si se puede, a la celebración. Al final un grupo de mujeres han repartido un bocadillo y un vaso de refresco tradicional a la mayoría de los presentes para que nadie se fuera con el estómago vacío. Un grupo de unas 140 personas de la parroquia, amigos y algún religioso y sacerdote han bajado a nuestra casa para compartir con nosotros la cena y continuar la fiesta. Allí estábamos un poco prietos pero con un ambiente muy familiar y fraterno. Hemos cantado en diversos idiomas y hasta ha habido un “porromponpon” que he tocado junto con Marta, una laica misionera javeriana que trabaja en Chad con los enfermos de Sida y que había venido con otro compañero que debía renovar su pasaporte. Se ha bailado y ha habido un ambientillo muy majo…
Hoy viernes ha sido la ordenación diaconal de Epitace y Leonidas. Queríamos hacerla en diciembre para separarla un poco de esta de la profesión pero el obispo nos había invitado a hacerla junto a tres jóvenes cameruneses de una congregación mallorquína llamada “Verbum Dei” que debían ser ordenados sacerdotes en este día. Nos habían invitado a ir ayer jueves a las tres de la tarde para las pruebas y ensayos, y allí estábamos puntuales. Solo que el que tenía que hacerlas llego con un “ligero retraso” de dos horas. Son cosas que cuesta entender y encima ni se disculpo ni nada. En ese momento nos enteramos que el obispo que debía ordenarlos no estaría al día siguiente en la celebración pues lo acababan de nombrar hacia una semana obispo de Yaundé y debía ir a Roma.
Esta mañana, media hora antes de la celebración, hemos conocido el obispo que presidiría la celebración. Hemos tenido suerte pues, aunque es un obispo emérito de unos 80 años, es un hombre muy sencillo, majo y además también él es misionero, misionero espiritano y camerunés. Además tiene lo bueno de no ser muy largo. De hecho la celebración solo ha durado dos horas y cuarto, para estas latitudes es casi nada. También veréis alguna fotico de la celebración para que os deis cuenta de lo guapos que estábamos.
Después de la celebración hemos regresado a casa y con sencillez, entre nosotros, hemos celebrado y festejado lo que Epitace y Leonidas acaban de vivir. Ahora les toca el vivir en actitud de servicio y de disponibilidad, como lo requiere el ser diáconos.
Ángel de la Victoria sx

Rector del teologado javeriano de Yaundé, Camerún

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