Ceuta: "Una
experiencia misionera de acogida,
convivencia y fraternidad”
La vivencia de
este campo de trabajo ha tocado mi
corazón y me lleva a tararear esta estrofa de la canción " Amando hasta el
extremo" de Maite López:
Sí, te doy todo lo que soy para que sigas amando.
La lucha por la justicia entra en esta intimidad,
que se llena de personas y rostros que acariciar,
que me impulsa desde dentro a comprometerme más.
Todos caben en tu Corazón, quiero seguirte Señor,...
La lucha por la justicia entra en esta intimidad,
que se llena de personas y rostros que acariciar,
que me impulsa desde dentro a comprometerme más.
Todos caben en tu Corazón, quiero seguirte Señor,...
La letra de
esta canción incluye algunas palabras claves de lo vivido y compartido estos
días que he pasado junto a los chicos del centro de San Antonio de Atención a
Inmigrantes de Ceuta. La oportunidad de participar en este campo de trabajo con
inmigrantes me ha acercado a la realidad viva de poder acariciar rostros,
estrechar manos, compartir conversaciones y sonrisas, leer miradas, aprender de sus actitudes y valores... en
definitiva sensibilizarme más con una realidad, que a veces no queremos mirarla
de frente y mostramos indiferencia, pero que está presente en nuestros vidas.
Desde la fe me
ha gustado experimentar la riqueza y diversidad de culturas y religiones. La
convivencia, respeto y riqueza que está presente en la vida cotidiana de los
ceutís entre musulmanes, cristianos,
hindúes y judíos. Esta realidad me ha interpelado a sentir la necesidad de
seguir cuestionándonos cómo poder crecer
en humanidad, tolerancia y verdadera fraternidad entre las distintas religiones
y culturas.
Siento mucha
gratitud de haber conocido y convivido con los chicos del centro de San Antonio
que nos acogieron muy bien. Tengo la certeza de que poder poner nombre e
identidad a personas concretas me ayudará a mantener más despierta mi
sensibilidad hacía la realidad de los inmigrantes tan presente en la sociedad,
a mi alrededor, en mi colegio. Esto quiero agradecérselo a esos que siempre
serán "mis chicos de San Antonio", porque irán en mi corazón y
oraciones. Gracias: Sekou, Mohamed, Tidian, Amadú, Romual, Sherif, Youssouf, Abel, Stephan, Donald, Fidel,
Yohanes,... Ellos son chicos
de 14, 17, 20, 23 años,.. que por
diversas razones se pusieron en camino desde sus países (Camerún, Guinea-
Conakri,...) y han llegado hasta la
ciudad de Ceuta con la esperanza de poder luchar por sus sueños, que no se
diferencian tanto de los nuestros porque los seres humanos, de aquí o de allá,
tenemos muchas similitudes, todos luchamos por tener una vida digna, nos gusta disfrutar
y compartir la vida con los demás sintiéndonos queridos y respetados tal y como
somos, también con nuestras diferencias, las cuales nos enriquecen y nos hacen
crecer como personas y hacen posible crear entre todos un mundo mejor, lleno de
diversidad.
Por último, ha
sido muy enriquecedor vivir desde la fe y el compromiso cristiano esta
experiencia con todo el equipo que hemos ido desde distintos puntos de España y
doy gracias a Dios y a cada uno por los dones puestos con tanto cariño al servicio
de los demás. Ahora continuaremos en nuestros ambientes, aportando lo aprendido
y lo despertado en nuestro corazón
gracias a todo lo vivido en Ceuta.
Asunción Parra Cabellos
Guadalajara
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