BUSCADORES DE SUEÑOS
Descubrir que puedes encontrar a
familia fuera de los lazos de sangre es lo que he encontrado en el Campo de
Trabajo con Inmigrantes en Ceuta. Desde el primer momento me he sentido como en
casa. Solo me salen palabras de gratitud a Dios por haberme dado la oportunidad
de compartir estos días con los chicos que cada día venían al Centro San
Antonio, como con mis compañeros de camino. Sin apenas conocernos hemos vivido
unos días intensos en los que cada uno ha puesto lo mejor que tenía. Sin duda,
serán recuerdos imborrables que quedarán en mi corazón.
He podido admirar a Dios en cada una
de las personas que han estado junto a mí. He descubierto el sueño de Dios, que
desea que seamos felices, siendo joyas valiosas para Él y siendo Él el mayor
tesoro que podemos alcanzar. Se ha hecho presente en cada una de estas personas
que están rotas por dentro, que aunque a veces les cuesta
sonreír, tienen una fuerza especial que les empuja a no decaer buscando una
vida mejor.
Siento una gran admiración por estos
buscadores de sueños. ¡Cuánto tenemos que aprender de ellos! Puede parecer que
en este tipo de encuentros e intercambios los que aprenden son ellos de
nosotros… pero yo tengo la certeza de que es al revés.
Gracias a los Misioneros Javerianos y
a las Franciscanas Misioneras de María por cruzaros en mi camino de Fe, ha sido
un gran regalo. Ahora me toca a mí regalar en mi día a día. Espero saber
hacerlo.
ELENA PÉREZ PASTOR, Guadalajara
Gracias, por seguir emocionandonos y cuestionarnos muchas cosas con tu testimonio.Tu eres un regalo , que Dios me envió.
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