¿Qué hago yo aquí?
¿Qué
haces aquí?, una pregunta que me he hecho y me han preguntado desde el primer
momento en el que pise Ceuta, esta simple pregunta me ha acompañado día tras
día en este campo de trabajo y que casualmente le he podido dar respuesta en
los últimos días. Las ideas y objetivos que traía de la península se quedaron
por el camino porque me encontré con una realidad totalmente contraria a la que
me había imaginado, he caído en la conclusión de que no todo lo que la sociedad
comparte es real, la belleza exterior e interior de los inmigrantes con los que
he podido compartir estas dos semanas es impresionante y esto solo lo he podido
entender estando con ellos.
Desde
el primer día todo el grupo fuimos acogidos con un gran cariño, cariño que iba creciendo
conforme pasaba el tiempo y esto personalmente me sacudió, ahora veo todos mis
prejuicios, Dios mío llegue a pensar que iban a ser una amenaza para mi, pensaba
que iban a ser más distantes e incluso que nos iban a ignorar, pero ZAS me
equivoque de nuevo, me lleve una grata sorpresa. Todo el campo ha sido muy
bueno, es verdad que he tenido muchos altibajos, que a veces pensaba que el
cansancio iba a poder conmigo pero gracias a Dios que me ha estado acompañando
los quince días he podido disfrutarlo a tope.
Me
quedo con todos los ratos vividos con los MORENOS dentro y fuera del centro,
todos ellos han aportado riqueza a mi vida haciendo manualidades, bailando…
ahora todos ocupan un lugar en mi corazón lugar del cual no van a salir. Otras
experiencias que me han encantado fue el compartir el fin de semana en
Marruecos con personas de diferentes sexo, religión, raza, cultura y edad allí
nadie es extraño, todos éramos extranjeros y todos teníamos un corazón enorme,
me siento enormemente afortunada de vivir esta experiencia.
Gracias
a estas y otras experiencias vividas me he quitado una gran venda de los ojos y
del alma. Quiero agradecer a todas las personas que han permitido que yo
pudiera estar allí y por haberlo disfrutado tanto todas estas experiencias. Gracias a Maite,
Salva, Rolando, Ivanildo, Helena, María José y sobre todo a Dios he podido
disfrutar de una de las mejores experiencias de mi vida, he visto la realidad y
la cara de los inmigrantes que luchan a diario por hacer realidad sus sueños. Para
terminar quiero dar la respuesta a mi pregunta inicial ¿qué hago aquí? Muy
fácil he venido a buscar respuestas a mi vida, he venido a que me abran los
ojos, a confiar, a empatizar y sobre todo a amar.
Beatriz
Hernández - Teruel
0 comentarios :
Publicar un comentario