Por fin llegó el momento de coger el tren y el barco rumbo
a participar en la “PASCUA MISIONERA DEL MIGRANTE 2018” en Ceuta. Tenía inquietud
por conocer un poco cultural y la forma de ser del pueblo Ceutíes y por otra
parte tener una experiencia de convivencia de compartir la vida con jóvenes
venidos de distintos puntos de la Península y cómo no y lo más importante, vivirlo
en un ambiente de acogida, solidaridad, cercanía con nuestros hermanos
Inmigrantes de Ceuta, donde tuvimos ocasión de compartir la vida juntos y sin
diferencias, formando un solo grupo… y bueno, no quise dejar desapercibido, a
nivel personal, mi cambio de década en mi vida y decirle a ese Dios de la vida:
“gracias a la vida que me ha dado tanto…”, tener un tiempo para la reflexión y sentir
en mi profundo lo que esto significaba en mí vida, todo fue un regalo valioso y
¡qué bueno! Una experiencia especial, desde un ambiente con jóvenes donde recibes
energía positiva, ilusión por la vida, vitalidad etc.
Se me fueron cayendo esquemas mentales en la medida
que íbamos compartiendo y poniendo en nuestras manos la vida en profundidad, de
aquellas mañanas junto con nuestros hermanos los Inmigrantes con las mismas
inquietudes al igual que puede tener el joven Español o Europeo o los que
estábamos ahí, sentía en la medida que me acercaba y acogía sus sentimientos,
sus inquietudes, sus preocupaciones , sus problemas, sus alegrías, sus
esperanzas… para mí era, como que entraba en tierra sagrada donde tenía que
descalzarme porque el lugar donde pisaba era santo y eso hacía de que te
sintieras una con ellos. Fueron días vividos muy intensos… El “Centro de San
Antonio “ es para ellos su casa, su familia, su referencia donde Maite junto a
su esposo Salva y su hija María dan lo mejor de sí mismos con una entrega generosa
e incondicional donde les hacen y nos han hecho sentirnos muy bien.
La Liturgia de cada día, vivida como GRUPO y como PARROQUIA
ha sido otra de las Armonías Divinas (como diría mi fundadora, María de la Pasión)…
y no digamos la experiencia en Tetuán, sin olvidar la frontera de regreso a
Ceuta, todavía recuerdo las palabras de María (Hija de Maite y Salva) … ¡Corre,
Anuncia! que nos quedamos atrás…! Pues teníamos que coger un taxi, ir a Ceuta,
coger el coche de Maite y Salva, cargar las maletas y regresar a por el grupo
que esa noche tenían que viajar hacia la Península… como era Domingo había
mucha gente y todos queriendo pasar hacia España…
Y como no tener presente y agradecer también el
detalle de María que gastó su propina para comprarnos pan para el grupo o la amiga
de la parroquia que nos llevó dos ricos flanes… gestos bonitos y solidarios y
que dicen mucho.
GRACIAS, Rolando, por tu apertura y tu riqueza de vida
que has sabido conducirnos hacia esa Pascua con el Resucitado, hacia esa Pascua
de Encuentro con el “Otro”, con el “Diferente” con el “Distinto” con el “Hermano”,
con todo amor, respeto, delicadeza y comprensión. Me has hecho sentirme muy
bien, como una más en estos días de convivencia y de compartir.
Somos “MIGRANTES” en la vida, en búsqueda de sentido y
de una vida más plena y al igual que María Ortín y todos os llevo a todos en mi
corazón. Os quiero un montón y con todo cariño.
Anuncia Oña fmm
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