7/8/12

"querer, dejarse querer y descubrir que la vida tiene sentido"

Los jóvenes  de camino y Antonio con ellos.
En medio de los niños
¿Cómo es posible resumir tantas impresiones, vivencias, conocimientos, sentimientos y emociones vividas en tan solo unas letras? ¿Cómo poder explicar esta grandeza que he vivido a los demás? ¿Cómo se puede describir una sensación tan buena sin dejarte nada atrás?

Es lo primero que pienso cada vez que me toca hablar de ello, no es fácil hablar de una experiencia misionera, de mi experiencia pues no todos somos iguales y entendemos las cosas de la misma manera.
Cerrar los ojos y amar…
Por eso lo primero que pido es que la persona que lea esto, lo haga desde el respeto, se deje tocar, se deje querer; por un momento cierre los ojos y respire profundo, que se relaje, deje de pensar en su tiempo y pase a pensar en el del otro, que cuando los abra sea capaz de mirar con otros ojos, que sea capaz de mirar con amor y que cada uno de los datos sea un punto donde la reflexión y el amor por el otro se den.

Me es imposible realizar un resumen, contar una experiencia, un algo de todo lo vivido, es una cosa tan grande que es imposible dejarlo reflejado entre dos palabras. No puedo contaros exactamente que es una experiencia de misión pues cada uno escribe su experiencia, se va escribiendo en el día a día junto con el otro, no es otra cosa que dejarse tocar, dejarse querer por tu hermano, por tus hermanos y juntos ir creando cosas maravillosas que te hacen descubrir que la vida tiene un sentido.

EL PAÍS Y SUS DOS VERDADES

Voy a empezar con una descripción de este país para introducirnos poco a poco en una reflexión personal que yo saco de todo esto. Esta descripción la voy a dividir en dos secciones: La Verdad y La Otra Verdad.

LA VERDAD

Muchos ya conocemos algo de esta verdad, algunos de los que lo lean solo se quedaran con esto, otros haremos oídos sordos, otros no podremos entenderlo.

Le llamo la verdad, porque ¡para qué engañarnos!, son datos reales, lo he visto con mis propios ojos, y lo he tocado con mis propias manos, tampoco podemos engañarnos y hacer como si todo esto no fuera verdad. Chad es un país donde la vida es bastante dura, aunque con dura me quedo corto, para que vamos a negarlo.

Es un lugar con una situación comprometida e injusta, donde la gente lo pasa muy mal. Un país claramente explotado por otros, donde sus pocos ingresos están en manos de otros, de muy pocos, lo que hace que el país tenga una situación difícil. Se trata de un país de la zona Saheliana con grandes zonas de sabana por el sur y hacia el norte del mismo el Sahara, por lo general se trata de un país seco donde el agua solo aparece apenas dos meses, permitiendo a la gente cultivar sus tierras, tierras que son fuente de todo su ser: su alimento, su existir, y su economía.

Gran variedad de lenguas y costumbres
Tiene un total de 147 lenguas según los asentamientos de las diferentes etnias que existen y que dan nombre a sus lenguas. Aunque además de los asentamientos en este país también existe la figura de los nómadas que van viajando de un lado a otro dependiendo de la época del año. Como se puede apreciar son muchos idiomas los que ahí se hablan, la verdad que para el que no haya estado allí es hasta difícil de comprender. El Árabe Chadiano y el Francés son las lenguas más generales, las lenguas vehiculares.

Poca infraestructura
Un país sin agua potable, sin luz, sin saneamientos, con una sanidad muy pobre, una educación con muchas carencias y unas infraestructuras algo precarias para la visión europea, un lugar donde la alimentación es una cosa a veces difícil de conseguir, donde la muerte de niños y mayores esta a la orden del día.

…pena de nuestro egoísmo
Todo ello en mi despertó un sentimiento de pena, pena no hacia ellos, sino hacia a los que permitimos que todo esto pase y se dé en la realidad. Pues que triste es ver que haya gente que solo se fije en su ombligo sabiendo que hay hermanos suyos que lo pasen tan mal.

Pluralidad religiosa
La realidad interreligiosa, está al orden del día, pues son varias las religiones que tienen que convivir en este país: un 52% de la población es musulmana, un 38% son de religiones tradicionales africanas y un 10% son cristianos (católicos y protestantes).

Por lo general la gente vive en viviendas creadas por ellos, con los materiales que les da la tierra, sus casas llamadas “concesiones” ocupan un amplio terreno, son unas especie de casitas redondas según la tradición o cuadradas (nota de modernidad) que cercan un gran patio interior donde hacen gran parte de sus vidas. Las familias las componen gran número de personas, pueden rondar desde los 15 a 90 personas por familia.

Una "concesión" Masá
"he sido testigo de su grandeza, yo he  tocado la llaga y he tenido que pasar por la bonita humillación de sentirme mal al descubrir la debilidad del ser humano "

LA OTRA VERDAD

Un hermano más y parte de la familia
Cuando me han pedido que describa como es África, Chad, donde yo he vivido, donde he estado, nunca se me ha ocurrido o se me ha pasado por la cabeza contar o mencionar algunas de las cosas anteriormente dichas, carece de sentido y resulta un poco superficial contar esto cuando vives algo tan puro como lo que a mí me ha tocado vivir. Porque yo allí he sido testigo de su grandeza, yo he tocado la llaga y he tenido que pasar por la bonita humillación de sentirme mal al descubrir la debilidad del ser humano, porque allí he sido un hermano más, como mi amigo François me dijo, el mundo es una gran familia, y yo he sido y soy parte de esa familia.

África es su gente, su corazón, su alegría…
Hablar de lo material en un lugar donde eso carece de valor, ¿qué sentido tiene?, ¿acaso los valores personales están por debajo de todo lo material?

Lo único que se me ocurría decir tras la pregunta de cómo es África, solo es una cosa, una cosa que resume el todo de África, de Chad, de donde yo he vivido y he estado. Para describir algún lugar normalmente haces referencia a sus infraestructuras, a todo lo que tiene, o no tiene, a sus cosas. En cambio para describir África solo tengo que hablar de su gente, de su corazón, de su alegría, porque África la forman sus personas y sus corazones.

Personas que a pesar de sus dificultades te dan lo mejor que tienen, personas que se preocupan por ti, por tu salud y  por tu alegría, que te buscan un techo, un alimento y una manera de compartir contigo.

"para describir África solo tengo que hablar de su gente, de su corazón, de su alegría, porque África la forman sus personas y sus corazones"
¿Y yo allí qué pinto? ¿Para qué voy a Chad? ¿Qué hacen los misioneros por el mundo? ¿En qué consiste el trabajo del misionero? ¿Qué tengo que hacer?

No hay cosa más bonita en la vida que querer y sentirse querido por los demás. ¡El trabajo del misionero es tan claro pero tan difícil de comprender a la vez!

Creo que he sido capaz de comprender que es ser misionero desde mi propia experiencia, porque  me ha tocado vivirlo, sentirlo y lo he creído, algo que me alegra y me hace sentirme bien.

Tenemos un concepto un poco erróneo del misionero, puesto que lo focalizamos en el hecho de que son personas que ayudan a los pobres,  y aunque es una realidad porque se hace eso, alberga mucho más. También tenemos al misionero concebido como una especie de superhéroe, como algo anormal, algo lejano a nuestra vida que a nosotros no nos toca.

Yo no lo describiría así, diría que si, se puede pensar en un superhéroe de la vida real, ¿porqué no? un superhéroe pero que no necesita capa, que huye de su protagonismo y trabaja desde la sencillez y la humildad, herramientas que están en manos de todos, pero que no todos queremos utilizar.

Yo diría que el trabajo del misionero es querer al otro y dejarse querer, puesto que esa es la herramienta más fuerte que puede existir para salir de los problemas. Un misionero no hace otra cosa que irse a vivir junto a sus hermanos y junto a ellos ir saliendo de los problemas y desafíos que le presenta la vida, porque para comer pescado primero hay que aprender a pescar.

Los problemas de la gente son los suyos…
Un misionero se va a vivir con la gente y pasa a formar parte de esa gente, pasa a amar su cultura, sus tradiciones, aprende sus idiomas, sus formas de vida,  los problemas de su gente son sus problemas, y sus alegrías son sus alegrías.

En estas ideas encuentro mi definición del ser misionero, de sentirse una familia, de poder hacer y trabajar por cosas que superan a todos los problemas que podamos imaginar.

Espero haber explicado ahora sí, el porqué de un viaje así, qué se consigue con ello, qué es ser  misionero y qué podemos hacer todos por esto, porque recordad que el mundo es cosa de todos, el mundo está en nuestras manos y juntos podemos crear cosas maravillosas. Ninguna persona elige donde nace y cómo nace.

Antonio José Gómez Pérez
 
Miremos como Antonio tiene una nueva mirada, acompañada por otras miradas

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