9/3/14

Javierada Misionera: un encuentro joven con Cristo desde el castillo de Javier

Un año más la Javierada "Misionera" se revela un encuentro con el Señor. Salimos el viernes 7 de Madrid rumbo a Pamplona en donde dormimos. Éramos nueve autobuses y en uno de ellos nos encontrábamos la Delegación de Misiones de Madrid con otras parroquias: Santa Catalina Labouré, el Sagrado Corazón de Jesús, Nuestra Señora de las Nieves... Más bien jóvenes y muy jóvenes pero con un corazón abierto y confiado en el Señor. Son momentos de encuentro consigo mismo, con los demás y desde luego con Cristo. Una bonita oración antes del descanso que nos preparaba al día de marcha. El sábado 8 después de una Eucaristía nos poníamos en marcha. Fue bonito ver el grupo tan grande de jóvenes desfilar por los campos navarros que nos llevarían al Castillo de Javier. 23 kilómetros de charlas, de reflexión, de encuentro, de diálogo. Se hicieron pocos. El paisaje por el cual Dios nos hablaba ritmaba con el sol, la foz de Lumbier, el deseo de saber un poco más de Él.

Un breve descanso, comida y al poco rato hicimos un viacrucis excepcional, como lo quiere la tradición de toda Javierada. A todos nos sobrecogió y nos gustó. Fueron casi dos horas, un bonito silencio y un caminar más interiorizado. Fue de admirar las miradas y silencio de los más jóvenes. Ahí nos hablaba Dios, y lo percibíamos. Al fin de todo el Castillo de Javier, meta de nuestra peregrinación. Majestuoso y misterioso. Incluso el cansancio se olvidó por completo. Algún breve comentario para situarnos sobre el lugar que vio nacer al patrono de las misiones: San Francisco Javier, la Iglesia que lo vio nacer a la vida nueva que tanto anunció y por la cual se desgastó en el lejano oriente.

Después de la cena tuvimos una bonita vigilia penitencial en el aula Francisco Jasso. Esta aula nos recuerda los tres años y siete meses que Francisco Javier paso en el señorío de los mares dentro de una embarcación. Así mismo ahí, en esta aula tuvimos la oportunidad de encerrarnos para meditar y acercarnos a la ternura misericordiosa de Dios a través de su perdón en el sacramento de la reconciliación. Muchos jóvenes e imbuidos en este ambiente nos decía lo bonito y lo posible que es confiar en Jesús.

El domingo 9, al fin, hemos podido celebrar la Eucaristía de la primera Javierada. Ahí en la explanada hemos recordado con el arzobispo Francisco como a Javier le había penetrado en su ser aquella palabra ¿De qué te sirve ganar el mundo entero si al final pierdes tu alma? Y a la vez hemos sido invitados a no tentar a Dios con nuestras negligencias. La juventud de Javier y su corazón de fuego misionero ha quedado en nuestro corazón. Al regreso, hemos podido intercambiar lo vivido y nos hemos dado cuenta que en lo cotidiano se manifiesta Dios. De alguna manera Él nos esperaba a todos en esta Javierada y nos lanzaba como misioneros al mundo entero.

Una joven, Teresa Monedero de Jóvenes para la Misión, nos ha dicho que está por salir a Sierra Leona en África por un año y eso nos ha conmovido.

Rezamos por cada uno de los que se han encomendado a nuestras oraciones, hemos hecho experiencia de lo gratificante que es decirle Sí al Señor más allá de nuestras perezas y cerrazones. De la Javierada, experiencia espiritual indiscutible, uno vuelve transformado y con una pasión renovada por Cristo, por la humanidad y con el deseo de cambiar y hacernos misioneros.





4 comentarios :

  1. Ha sido una experiencia formidable. Disfruté mucho en la peregrinación y tengo muchos motivos por los que dar gracias a Dios.

    Gracias.

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    1. Muchísimas gracias Rolando por este maravilloso artículo. Este año ha sido mi tercera Javierada, y a pesar de que las dos primeras fueron increíbles, creo que esta ha sido la que he vivido con más intensidad. El Víacrucis junto a todos vosotros, me emocionó y me conmovió. Y el estar rodeado de personas tan especiales como vosotros te hincha el corazón y sin duda te acerca más a Cristo. De hecho, sé que este año, lo he tenido muy cerca. Lo malo es que el estar con personas tan increíbles, crea adicción y ahora os hecho mucho de menos.
      Un abrazo.
      Mariángeles

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  2. Es una experiencia muy bonita y vivir la pasión de Jesucristo y de san francisco Javier yo volveré otra vez

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  3. Muchísimas gracias, Rolando, por este maravilloso artículo. Esta Javierada la he vivido con una gran intensidad. El Viacrucis, rodeada de todos vosotros me conmovió y me emocionó de manera especial. Y el estar roeada de gente tan increíble, me acercó tanto a Cristo, que os puedo asegurar que llegué a sentirle a mi lado. Todo fue perfecto, ese paisaje, ese cielo lleno de estrellas.... todo te hablaba de Dios. Lo único malo es, que estar con gente tan estupenda como vosotros, crea adicción y ahora os echo mucho de menos.
    Un abrazo,
    Mariángeles

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