Esta
historia es real, sucedió en la diócesis de Pala en Chad, país africano que
visité en 2013. En los retiros de cuaresma. Se visitan las aldeas y se
aprovecha para reconciliarse con Dios. Todo esto sucede bajo los árboles, la
meditación, las confesiones y la Eucaristía. Entonces ahí estaba el misionero
bajo un árbol y se acercó una pareja y se pusieron de rodillas. El misionero
les preguntó si querían hablar y ellos dijeron, sí claro, no solo hablar sino confesarnos.
Pero ¿juntos? pregunto el misionero. Ellos respondieron con una pregunta ¿no
nos has dicho que el hombre y la mujer son una sola carne? pues que tiene que mi
mujer se entere de lo que yo le digo a Dios y que yo me entere de lo que ella
le dice a Dios. El misionero recordó que las confesiones en la iglesia
primitiva eran comunitarias y todos decían sus pecados delante de todos. Y
dijo, si vosotros lo queréis que se haga así.
Sin duda, los valores cristianos que los misioneros nos han inculcado pueden cambiar el mundo, pero para que la semilla que Cristo ha sembrado a través de ellos no se pierda, es necesario que las comunidades cristianas se sostengan por sí mismas, con sus sacerdotes nativos que continúen el trabajo empezado por los misioneros. Pero esto no puede hacerse en muchas ocasiones por falta de medios económicos.
Sin duda, los valores cristianos que los misioneros nos han inculcado pueden cambiar el mundo, pero para que la semilla que Cristo ha sembrado a través de ellos no se pierda, es necesario que las comunidades cristianas se sostengan por sí mismas, con sus sacerdotes nativos que continúen el trabajo empezado por los misioneros. Pero esto no puede hacerse en muchas ocasiones por falta de medios económicos.
Con
la conciencia de esta situación se inició la obra Pontificia de San Pedro
Apóstol en 1889, por iniciativa de dos mujeres laicas, las francesas Juana Bigard
y su madre, Estefania. Dos mujeres comprometidas con la misión de la Iglesia en
el mundo.
En
Madrid, hemos pensado que podríamos, los cristianos
de toda la archidiócesis de Madrid poder echar
una mano para el Seminario Mayor Regional
St. Peter Pedu, que se encuentra en la diócesis
Cape Coast de Ghana en África. Ahí
residen 208 seminaristas y 10 formadores. Como dice el lema de la Pontifica
Obra de Vocaciones Nativas "Que
no se pierda ninguna vocación por falta de ayuda económica”.
¿Cómo colaborar y con cuánto? A través de tu parroquia y enviándolo a las OMP
de Madrid o Delegación de Misiones de Madrid. Con lo que puedas. Recuerda que
muchos pocos hacen mucho.
Mil gracias por todo y no olvides que toda vocación debe ser sostenida con la
oración, el ejemplo cristiano y por qué no, con la solidaridad económica.
Miguel
Ángel Diez Tascón, miembro del equipo de misiones de la Vicaría VI y encargado
de la Pontificia Obra de Vocaciones Nativas.
Carta:
A todos los cristianos y cristianas de la Vicaría VIª Madrid suroeste:
Parroquias, Colegios y grupos.
Asunto: Colaboración Misionera
a través de la oración y solidaridad con el Seminario St. Peter, de la Diócesis
de Cape Coast, en Ghana África.
Desde la
Delegación de Misiones de Madrid y la dirección diocesana de las Obras
Misionales Pontificias nos hemos comprometido con un Seminario en una diócesis “que
cuenta con 216 seminaristas que podrán ir sustituyendo a los misioneros que
trabajan allí; con el tiempo podrían ir haciéndose cargo de las
responsabilidades de sus diócesis. Poco a poco irán tomando conciencia de
fomentar la vocación misionera en los sacerdotes para que marche a otras
naciones y regiones” (Cfr. Madrid Misionero, n. 208/abril/2014 p. 3)
La archidiócesis
de Madrid se propone ayudarles. Necesitan 150,000 euros. ¿Los conseguiremos
entre todas las parroquias y todas las Vicarías? Pues no se sabe todavía, ¿No creéis
que la meta propuesta valga la pena?
El lema de la
Obra Misionera San Pedro Apóstol (Vocaciones Nativas) reza “Que no se pierda ninguna
vocación por falta de medios”. Nosotros sabemos que muchos
pocos hacen mucho. Por ello, con humildad, casi con los pies descalzos,
os solicitamos vuestra colaboración. No sólo económicamente. Os
pedimos oración, vuestro testimonio cristiano y alguna colaboración material.
De esto último no mucho, lo que podáis. Todo llegará y nos sentimos iglesia
universal, precisamente como Pablo que pedía ayuda a la comunidad de Corinto
para la Iglesia Madre que estaba en Jerusalén (II Cor 8,1-9,15).
¿Qué hacer? Pues decir que necesitamos
una ayuda para un seminario en África. Para que los futuros sacerdotes puedan
formarse. Que cada quien dé lo que pueda, un euro, dos, tres. No importa, lo que
sea.
MIL GRACIAS POR VUESTRA COLABORACIÓN MISIONERA “Frente a la tentación de las
comunidades de cerrarse a sí mismas… la missio ad gentes testimonia proféticamente
que la vida de la Iglesia y de las Iglesias es misión, y es misión universal (Discurso
del Papa Francisco a los participantes de la Asamblea General de las OMP el 17
de mayo de 2013)”.
Con gran afecto y a nombre del Equipo de Misiones de la
Vicaría VI Madrid Suroeste
Rolando Ruiz Durán sx.
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