Dentro del marco de la celebración
del Corpus Christi y mirando hacia el verano, la Delegación de Misiones de
Valencia ha organizado varios momentos con dimensión Ad Gentes. El primero que
de alguna manera ha coronado el día es el encuentro con jóvenes que dedicarán
unos días de verano al encuentro con los misioneros en diferentes partes del
mundo: Filipinas, Honduras, Etiopía, Togo, Tanger y Ceuta. Encuentro con los
misioneros y el mundo de la misión a través del encuentro con hermanos y hermanas
de otras culturas. Los jóvenes, antes de partir, se han dado cita en la sede de la Delegación de Misiones de Valencia para tener un último encuentro cuyo tema has sido Actitudes Misioneras.
Gracias a la experiencia vivida, al acompañar jóvenes generosos, el misionero javeriano Rolando Ruiz Durán sx, ha dado pautas para que cada
uno pueda vivir su “propio encuentro con la misión”. La generosidad comprende diferentes niveles de
colaboración en la misión, que van de dar algo a darse uno mismo y que
desembocan en la experiencia de la misión en comunidad. La comunidad
entendida tanto como la que envía como la que recibe y todo ello con la
particularidad que da la fe. La misión no tendría sentido sin la
presencia de la persona de Jesús que al fin de cuentas es el misionero por
excelencia y a quien debemos dirigir nuestros ojos para inspirar nuestras
actitudes en el momento del encuentro con los hermanos y hermanas que
encontramos.
Al terminar la charla se ha
visitado la Delegación de Misiones de Valencia, se ha invitado a vivir también al regreso
del verano en clave misionera con un voluntariado en la misma Delegación y ha
tenido lugar el envío de aquellos que por alguna razón no habían podido asistir al envío por el mismo arzobispo. En la sencillez y con la presencia de la
imagen de San Francisco Javier, el Delegado de Misiones, Francisco Javier
García hizo una oración y entregó un crucifijo y rosario misionero a cinco de
los enviados. Un ágape fraterno y lleno de alegría ha concluido el momento de
encuentro con estos jóvenes.
En un segundo momento se visitó
el monasterio de Santa Catalina de Siena de las dominicas de Paterna. En el
locutorio ha habido la oportunidad de entretenerse con las dominicas para
agradecer su oración e interés por las misiones. No cabe duda que la misión sin
la oración carece de sentido. La vida entregada a Dios como absoluto, que da la gracia e inspira los corazones humanos es un tesoro inconmensurable.
En este encuentro las dominicas han agradecido el que se narren algunas
experiencias de misión vividas en Camerún y Chad, agradeciendo el escuchar en
primera persona cómo el Señor actúa en la gente y cómo los misioneros cuentan
muy particularmente con la oración sin la cual el trabajo apostólico carece de
alma y espesura. Ellas han agradecido la visita y han renovado su oración por
la misión de la Iglesia en el mundo y en particular en la misión Ad Gentes y por los jóvenes valencianos que vivirán el verano misionero. Nosotros, les hemos agradecido a nombre de todos los misioneros y misioneras, ya que su vida oracional alcanza a todos.
Al terminar se pasó a
la Colegiata de San Bartolomé, en dónde, Don David, el párroco, y la comunidad parroquial celebró la solemnidad
del Cuerpo y la Sangre de Cristo. La Eucaristía, vivida en un clima de gran
fervor y comunión, ha dado lugar a reflexionar sobre el amor que Jesús tiene por la
humanidad, que se traduce en el día de la caridad, mostrando el amor por los demás,
y por los demás en dimensión universal. Recordábamos que en el mensaje
del Papa Francisco a nuestros hermanos en islam decía “No se pueden tener relaciones
con Dios ignorando a los demás” (Mensaje del Papa Francisco a los
musulmanes en el día del fin del Ramadán, 2014) y por ello, para nosotros
cristianos esto se traduce en que la unión con Cristo, al comer y beber su
sangre que nos da vida eterna, nos impulsa a vivir la comunión con todos
nuestros hermanos en humanidad.
De esta manera terminaba una
jornada en clave misionera organizada por la Delegación de Misiones de
Valencia. !Qué la dimensión misionera que nos abre a los demás ensanche nuestros
corazones y dé espesura al anuncio del Evangelio, que tenemos la tarea de hacer
presente en nuestras diócesis y en todo el mundo¡
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