22/6/14

La misión no tendría sentido sin la presencia de Jesús que impulsa e invita a salir de sí... Valencia

Dentro del marco de la celebración del Corpus Christi y mirando hacia el verano, la Delegación de Misiones de Valencia ha organizado varios momentos con dimensión Ad Gentes. El primero que de alguna manera ha coronado el día es el encuentro con jóvenes que dedicarán unos días de verano al encuentro con los misioneros en diferentes partes del mundo: Filipinas, Honduras, Etiopía, Togo, Tanger y Ceuta. Encuentro con los misioneros y el mundo de la misión a través del encuentro con hermanos y hermanas de otras culturas. Los jóvenes, antes de partir, se han dado cita en la sede de la Delegación de Misiones de Valencia para tener un último encuentro cuyo tema has sido Actitudes Misioneras.
Gracias a la experiencia vivida, al acompañar jóvenes generosos, el misionero javeriano Rolando Ruiz Durán sx, ha dado pautas para que cada uno pueda vivir su “propio encuentro con la misión”. La generosidad comprende diferentes niveles de colaboración en la misión, que van de dar algo a darse uno mismo y que desembocan en la experiencia de la misión en comunidad. La comunidad entendida tanto como la que envía como la que recibe y todo ello con la particularidad que da la fe. La misión no tendría sentido sin la presencia de la persona de Jesús que al fin de cuentas es el misionero por excelencia y a quien debemos dirigir nuestros ojos para inspirar nuestras actitudes en el momento del encuentro con los hermanos y hermanas que encontramos.
Al terminar la charla se ha visitado la Delegación de Misiones de Valencia, se ha invitado a vivir también al regreso del verano en clave misionera con un voluntariado en la misma Delegación y ha tenido lugar el envío de aquellos que por alguna razón no habían podido asistir al envío por el mismo arzobispo. En la sencillez y con la presencia de la imagen de San Francisco Javier, el Delegado de Misiones, Francisco Javier García hizo una oración y entregó un crucifijo y rosario misionero a cinco de los enviados. Un ágape fraterno y lleno de alegría ha concluido el momento de encuentro con estos jóvenes.
En un segundo momento se visitó el monasterio de Santa Catalina de Siena de las dominicas de Paterna. En el locutorio ha habido la oportunidad de entretenerse con las dominicas para agradecer su oración e interés por las misiones. No cabe duda que la misión sin la oración carece de sentido. La vida entregada a Dios como absoluto, que da la gracia e inspira los corazones humanos es un tesoro inconmensurable. En este encuentro las dominicas han agradecido el que se narren algunas experiencias de misión vividas en Camerún y Chad, agradeciendo el escuchar en primera persona cómo el Señor actúa en la gente y cómo los misioneros cuentan muy particularmente con la oración sin la cual el trabajo apostólico carece de alma y espesura. Ellas han agradecido la visita y han renovado su oración por la misión de la Iglesia en el mundo y en particular en la misión Ad Gentes y por los jóvenes valencianos que vivirán el verano misionero. Nosotros, les hemos agradecido a nombre de todos los misioneros y misioneras, ya que su vida oracional alcanza a todos.
Al terminar se pasó a la Colegiata de San Bartolomé, en dónde, Don David, el párroco,  y la comunidad parroquial celebró la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo. La Eucaristía, vivida en un clima de gran fervor y comunión, ha dado lugar a reflexionar sobre el amor que Jesús tiene por la humanidad, que se traduce en el día de la caridad, mostrando el amor por los demás, y por los demás en dimensión universal. Recordábamos que en el mensaje del Papa Francisco a nuestros hermanos en islam decía “No se pueden tener relaciones con Dios ignorando a los demás” (Mensaje del Papa Francisco a los musulmanes en el día del fin del Ramadán, 2014) y por ello, para nosotros cristianos esto se traduce en que la unión con Cristo, al comer y beber su sangre que nos da vida eterna, nos impulsa a vivir la comunión con todos nuestros hermanos en humanidad.

De esta manera terminaba una jornada en clave misionera organizada por la Delegación de Misiones de Valencia. !Qué la dimensión misionera que nos abre a los demás ensanche nuestros corazones y dé espesura al anuncio del Evangelio, que tenemos la tarea de hacer presente en nuestras diócesis y en todo el mundo¡







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