La Delegación de Misiones de
Sigüenza-Guadalajara dio inicio durante el curso 2013-2014 a la Escuela de Formación
Misionera dirigido a todos los que sienten una inquietud por la misión Ad
Gentes. El curso ha tenido una doble finalidad: profundizar el propio ser
cristiano desde la dimensión misionera y preparar para vivir un “encuentro con
la misión” durante el verano. Este curso se ha llevado adelante con la colaboración de la Delegación de Misiones, los misioneros fidei donum de la diócesis y el Scam (Servicio Conjunto de Animación Misionera).
1. La misión de Jesús.
2. La misión en San Pablo.
3. La misión hoy en los cinco Continentes.
4. Actitudes Misioneras.
5. La actualidad de la Misión Ad gentes en España.
6. Las Obras Misionales Pontificias.
7. Expectativas de futuro.
8. Evaluación del curso y envío de algunos jóvenes al verano misionero.
También en el programa figuraba
la participación
de los jóvenes al XI ENCUENTRO JUVENIL MISIONERO EN organizado por las OMP.
El envío ha sido algo muy
sencillo y sentido. Don Juan José Plaza, Delegado de Misiones de Sigüenza-Guadalajara
ha recordado la experiencia de Francisco de Javier al llegar a
Japón y de cómo había programado la misión en esa tierra. Pero Angiro, su intérprete
y amigo le había señalado que “ellos miraran si todo lo que tú predicas lo
vives”. De esta manera invitaba a las dos jóvenes que vivirán el verano
misión con los Hospitalarios en América Latina que ellas eran enviadas para
vivir lo que anunciaban. Se trata de Asunción Parra Cabellos que irá a Bolivia y de Elena Pérez Pastor que
irá a Cuba. Al terminar este año en el cual un buen grupo se ha consolidado
queda el deseo de continuar y seguir fomentado el espíritu misionero en toda la
diócesis.
Asun Parra Cabellos
responde a algunas preguntas que a veces nos hacemos cuando algún joven decide
vivir el verano con los misioneros:
1.- ¿Por qué te vas a la misión? Porque
me hace feliz poder compartir y regalar parte de mi tiempo libre a otras personas y, si es
posible, aportarles un poco de felicidad, cariño, alegría, sonrisas,
colaboración o ayuda,… intentando dar lo mejor de mí misma.
2.- ¿Para qué te vas? ¿Qué es lo
que te mueve a irte a la misión? Por un lado me mueve algún recuerdo en mi
infancia, cuando estudiaba en el colegio de las Ursulinas de Sigüenza, que en varias ocasiones vinieron misioneros
de Brasil y Cuba y su testimonio me hizo sentir gran admiración por su labor y entrega
hacia las personas necesitadas y débiles. Por otro lado, siento que
este es el momento de vivir esta experiencia y llevarla a cabo con la comunidad
de Hermanos de San Juan de Dios y otros voluntarios que van a participar en el
campo de trabajo solidario. También me ha ayudado a tomar esta decisión
la formación que he recibido, a lo largo de este curso, tanto en la delegación
de misiones de Guadalajara como con los hermanos, conociendo su carisma, hospitalidad y trato humano hacía
las personas con las que trabajan. Pienso que el proyecto que
desarrollan en el centro psicopedagógico de Sucre (Bolivia) que dedican su
labor a niños con necesidades educativas especiales me puede aportar muchas cosas
positivas como: el conocimiento y respeto a su cultura, la apertura a otras
realidades, formas de vida y,
especialmente, crecimiento personal y
espiritual… En definitiva es una oportunidad que deseo disfrutar con los demás,
los de aquí y los de allá.
Por su parte Elena Pérez Pastor nos
dice: “Este verano pasaré mis cinco semanas de vacaciones en La Habana (Cuba).
Junto con otras dos jóvenes y un Hermano de San Juan de Dios, compartiremos día
y noche con las personas que están en el Sanatorio San Juan de Dios de personas
con trastorno mental, y en el Hogar Clínica San Rafael para la atención de
personas mayores. Para mí una experiencia de este tipo es de las más grandes que se pueden tener en la vida, el sentir al otro
como hermano, esos ojos que te miran y te transmiten tanto… Eso es lo que me mueve a compartir mi tiempo,
mi juventud, mis dones... con personas que lo pueden necesitar… En
definitiva, sentir que soy las manos y los pies de Jesús y que a través de mis
acciones él está actuando, sentir que en cada momento estamos compartiendo el
Evangelio, esa Buena Noticia que todos necesitamos para ser más felices.
En la maleta de ida llevaré mucha ilusión, alegría, esperanza… pero
os aseguro que mi maleta de vuelta estará mucho más llena… estará llena de Dios”.
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