Luis Pérez en su primer período en Siera Leona |
Hoy, destinado en la misión
javeriana de Makeni, en el distrito de Bombali, una de las poblaciones más
afectadas del mundo por el ébola, Luis Pérez se arma con su teléfono móvil y
aprovecha las nuevas tecnologías para emitir sus vídeos a través de wouzee, la
plataforma de vídeos en directo y streaming creada en España. No necesita más.
Luis Pérez ahora en Sierra Leona |
Luis recorre con mucha prudencia
en esta primera entrega las casas que se encuentran en cuarentena, cuenta el
aislamiento que sufren, y describe algunas de las formas de contagio entre la
población y las muertes que se han producido. No tienen quien les informe y
tampoco quien les escuche. Mucho menos quien les cure. Este misionero ha puesto
todo su valor y humanidad al servicio del mundo para poder hacer llegar un
mensaje de alerta a la comunidad internacional. Con la esperanza de que sus
imágenes y relatos sirvan para concienciar y acelerar los procesos de ayuda que
puedan beneficiar a los habitantes de Sierra Leona.
Se arriesga en su compromiso a
cruzar líneas peligrosas incluso para su salud, mermada en estos días por un
fuerte ataque de malaria que le ha tenido en la cama prácticamente inmóvil.
A las alarmantes cifras oficiales
de personas contagiadas y muertas por culpa del ébola, el Padre Luis se atreve
a cuestionar esos datos y considera que los enfermos y muertos son más del
doble de los que la población mundial conoce.
A lo largo de estos días, y con
la frecuencia que la tecnología se lo permita, este javeriano y la cámara de su
teléfono tratarán de desentrañar y mostrar una realidad muy diferente a la que
vivimos en los países desarrollados alrededor de esta enfermedad. El drama no
deja de ser el mismo en España, Estados Unidos o Sierra Leona, pero las
condiciones de vida, las soluciones médicas, las fórmulas de información y
prevención son tan radicalmente distintas que se hace incomprensible que
podamos estar hablando de la misma enfermedad. "Hombre rico-hombre
pobre", esta es la cuestión.
Queremos agradecer a los misioneros que no abandonan a los afectados por el ebola. Como les consuelan en su dolor y les ayudan a tener esperanza ante tanta desgracia.
ResponderEliminarMucho ánimo y gracias por vuestra entrega y generosidad
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