Después de colgar mis fotos de Rwanda y de
Ceuta en Facebook todo el mundo me felicita por la labor de ayuda que he
realizado, por la experiencia vivida, por la oportunidad de viajar o porque las
fotos son bonitas. Hoy espero
hacerte ver a ti querido lector, algo que no se ve en esas fotos pero que está.
Algo que en Rwanda lo llaman Imana, en Marruecos prefieren llamarlo Alá y que
para nosotros es Dios.
Es verdad, no se ve, pero tiene sentido,
¿quién valora más el agua, el que vive al lado de un manantial o el que vive en
el desierto? Pues gracias a que Dios no se ve a simple vista provoca que para
encontrarlo haya que buscarlo abriendo bien los ojos, igual que el que busca
agua en el desierto.
Lo más increíble, y misterioso, es que cuando
aprendes a buscar a Dios, lo vas encontrando por todos lados. Mi experiencia misionera que empezó hace
ya cinco años me ha enseñado a buscarlo, a escucharlo, a verlo, a entenderlo a
Él y a la vida. Todas las experiencias han sido igual de impactantes e igual de
provechosas. Da igual el continente en el que te encuentres la presencia de Dios es la misma y cala en
ti. Ese verbo, el de “calar” se suele emplear más con el agua… pues me
viene genial para poner otro ejemplo, ¿Verdad que si te pones bajo la lluvia
sin paraguas te mojas más y con el paraguas evitas mojarte? Pues estas
experiencias te enseñan a quitarte el paraguas y a que te cale bien la lluvia.
Este verano en Rwanda pude ver un estilo de
vida completamente diferente al nuestro en todos los sentidos, me di cuenta de
que no era solamente por el hecho de la pobreza económica sino por su riqueza
cultural y en valores. Pero si algo llama la atención cuando estás en África es
el ritmo tan tranquilo que lleva la sociedad en general y en cualquier ámbito.
Supongo que esa es la causa por la que tienen tan arraigada la fe y la
costumbre de ser practicantes en su religión. Pues en mi caso, reconozco que
cuando regreso a España no tengo tiempo, o no lo planifico como para dedicarle
a Dios el tiempo que debería. Igualmente pasa con la fe, pues resulta que
muchos chicos no conocen nada del Cristianismo ni otras religiones porque sus
padres (creyentes) ni nadie les han enseñado, ya que no tienen tiempo, y lo poco
que tienen es para descansar.
No es una crítica a nuestra sociedad, pues
todos los sitios tienen sus cosas buenas y malas, y precisamente en estas
experiencias se trata de hacer un intercambio cultural del cual aprender y
sacar provecho. En mi caso he aprendido a estar cerca de Dios, donde me siento
feliz y por ello comparto y analizo la sensación que provoca. En temas como la
religión siempre pido la máxima libertad, encuentro que a todo aquel que quiera
acercarse no hay que pedirle que se acerque más rápido. Siguiendo el
ejemplo del paraguas, a veces llueve tan fuerte que incluso con paraguas te
mojas, haciendo referencia a que Dios nos habla siempre y a veces rompe con
nuestras barreras que nos impiden escucharlo.
Es precisamente durante una de estas grandes lluvias, en Madrid, donde conocí a mi amigo Rolando, misionero
Javeriano, quien me animó a hacer la última experiencia misionera, en Ceuta, en
el campo de trabajo San Antonio, donde el encuentro con los inmigrantes más
que un encuentro con Dios ha sido un encuentro con la palabra de Jesús, donde
ves la necesidad humana de acercarte a tu hermano inmigrante y tenderle la mano
simplemente para estar ahí, cerca de él, mostrando el afecto y respeto que
necesita cualquier persona. Ese momento se rige por el principio más básico del
cristiano, el Amor.
Toni Miró
Delegación de Misiones de Mallorca
Toni ha sido enviado por su diócesis y la Delegación de Misiones de Mallorca a Ruanda en el poblado de Rukara, al hospital que llevan ahí las Hermanas Misioneras de los Sagrados Corazones, y además ha participado al Campo de Trabajo con Inmigrantes en el Centro Santo Antonio de la diócesis de Ceuta, en compañía de las Franciscanas Misioneras de María y de los Misioneros Javerianos. En total un mes y medio de #veranomisión. Gracias Toni por compartinos lo que has vivido con esta bonita reflexión.
0 comentarios :
Publicar un comentario