Nos hemos reunido en
la Parroquia Ntra. Sra. del Pilar de Campamento para la Oración mensual en los
arciprestazgos de la Vicaría 6. El Párroco D. Óscar del Olmo Roldán había
preparado todo y dispuesto a los fieles y al grupo de jóvenes del coro que han
participado numerosos y animado maravillosamente sea la Eucaristía como la hora
de Adoración.
D. Juan Briones
Martínez, coordinador de la Pastoral vocacional para la Vicaría VI, que ha
presidido la Eucaristía, ha explicado el motivo de estas Vigilias de oración
vocacional, deteniéndose luego en la llamada que todos hemos recibido en el
Bautismo a ser hijos predilectos, amados del Padre. A llamada tan importante de
ser hijos en el Hijo corresponde, ha explicado, nuestra respuesta que será por
tanto la del amor.
En los testimonios
hemos podido escuchar a Carla y a Carlos observando como ante la llamada del
Señor la primera reacción es la de mirar para otro lado, que llame el Señor a
otro, que “por qué me va a llamar a mí”.
Carla Lima,
portuguesa, del Instituto Secular de las Cooperadoras de la Sagrada Familia,
nos ha explicado precisamente esto, que al final la frase cambió de “porque a
mí” a: “Porque no yo” Le gustaban mucho los niños y el formar una familia, pero
ese “algo más”, que deseaba y sentía que el Señor le planteaba, lo encontró en
el carisma y la misión de las Cooperadoras de la Familia.
Carlos Collantes Díez,
Misionero Javeriano, aunque entró muy joven, luego, un sentimiento de gozo le
invadió y sintió que era la presencia y llamada del Señor, fue cuando se
planteó en serio la vocación incluso más allá del sacerdocio, la vocación
misionera, “Alguien” le hablaba con dulzura y fuerza al mismo tiempo y en esa
lucha por una sociedad más justa se encontró con la Vida Consagrada dándose
cuenta que quien evangeliza no es la persona singular, sino la comunidad. De
algunos períodos de “rebeldía” pasó a la “admiración” serena, capaz de añadir
ternura y esperanza. Buscó la misión y encontró una comunidad de hermanos para
vivirla y rostros concretos que luchan por una sociedad más justa, dejándose
afectar y aprendiendo a ser misericordioso.
D. Juan Briones siguió
guiándonos en la oración, a fin de que el Señor abrace los corazones de los
jóvenes en la diócesis y en esta Parroquia para responder a la llamada que el
Señor, seguramente, sigue haciendo también hoy, y dando gracias por las
vocaciones al sacerdocio, a la vida consagrada y al matrimonio cristiano.
Asunción Palacios
Hija de la Iglesia
0 comentarios :
Publicar un comentario